Desde su etapa como actriz en la serie “Suits” hasta su matrimonio con el príncipe Harry y su posterior vida en California, el estilo de Meghan Markle ha experimentado una notable transformación. Su evolución estilística ha transitado entre la frescura juvenil y la sofisticación elegante, convirtiéndose en un referente de moda para muchas mujeres.
En sus primeros años en la escena pública, Meghan Markle mostraba un estilo más relajado y juvenil. Era común verla con pantalones, blusas básicas, chaquetas de cuero y vestidos cortos con un toque moderno. Sus elecciones reflejaban una actitud desenfadada y un gusto por la moda casual chic. Sin embargo, incluso en esta etapa, se apreciaba una inclinación hacia la elegancia, con prendas bien cortadas y una paleta de colores neutros.
Meghan Markle y su cambio de estilo al lado del príncipe Harry
Su relación con el príncipe Harry marcó un punto de inflexión en su estilo. Al integrarse a la familia real británica, Meghan Markle adoptó una estética más formal y protocolaria. Los vestidos midi, los abrigos estructurados, los sombreros y los zapatos de tacón se convirtieron en piezas clave de su guardarropa. Optó por diseñadores clásicos y líneas limpias, transmitiendo una imagen de sobriedad y refinamiento.
A pesar de las exigencias del protocolo real, Meghan logró mantener su sello personal. Incorporó toques modernos y sutiles a sus looks, como escotes barco, cinturones que marcaban la cintura y accesorios minimalistas. Demostró una habilidad para equilibrar la formalidad con un estilo contemporáneo y fresco.
Tras su ‘salida de la realeza’, Meghan Markle ha regresado a un estilo más relajado, pero sin perder la elegancia adquirida. Se le ha visto con prendas más informales, como pantalones anchos, blusas fluidas y sandalias planas, pero siempre con un toque sofisticado. Su estilo actual refleja una mayor libertad y una conexión con su vida en California.