Cuando hablamos de los lujos de los Romanov, vienen muchas cosas a la mente —como el “palacio Versalles de Rusia” de Peter el Grande, o la impresionante colección de joyas de Catalina la Grande de Rusia, y por supuesto, los infalibles y enigmáticos huevos de Fabergé que eran tan preciados para los zares rusos.
Pero ahora te contaremos sobre un elemento decorativo muy discreto pero de gran importancia para la familia imperial rusa: las decoraciones de vidrio. Estas obras maestras se encontraban en los palacios imperiales y eran designados a la la Tiara Bolin Ruby, una fascinante joya desmantelada de la gran duquesa Maria Alexandrovna—, pero la producción de vidrio tiene un giro histórico fascinante en cuanto al imperio ruso.
Todo empieza con el nacimiento de la Imperial Glass Factory (la Fábrica Imperial de Vidrio) en 1730, la cual inició con una pequeña producción del comerciante inglés Elmsel. Él se encargaba de fabricar objetos para venta general, pero en 1755 y por decreto del Senado, toda la producción se transfirió a la ciudad de Yámburg, Rusia.
La Imperial Glass Factory perteneció a Catalina la Grande
En 1777, Catalina la Grande se hizo de la planta y la donó a su íntimo y enfermo amigo, el príncipe Gregory Potemkin, y esta es la fecha en que se consolidó formalmente la Imperial Glass Factory. Cuando Potemkin murió, toda la fábrica pasó a la jurisdicción del gabinete de su majestad imperial.
De acuerdo con historiadores, las regulaciones para la Imperial Glass Factory requería la producción de “artículos de arte que se presentarían a la Corte Imperial y se otorgarían a varias personas e instituciones en el más alto nombre del gabinete de su majestad”. O sea, todos los royals rusos y la aristocracia podrían ser merecedores de este lujo en vidrio. La fábrica llenaba los almacenes reales y del gran ducado con artículos de cristal y muchos regalos.
El apogeo del vidrio interior prosiguió en 1820, ahora con materiales extra como bronce. A finales del siglo XIX la planta producía alrededor de 20 mil artículos al año, además participaban en exposiciones de arte y fue un hito de San Petersburgo. La moda del vidrio Art Nouveau dio el último toque en la producción de cristal artístico en la Imperial Glass Factory.
Esta era llegó a su fin con la guerra mundial y la crisis, y después de una serie de intentos por revivir la producción y su popularidad, nunca tuvieron éxito y la Imperial Glass Factory cerró en 1917.
Las impresionantes piezas de la Imperial Glass Factory para la familia imperial rusa
Hubo numerosos artículos hechos por orden de la Corte Imperial y fueron utilizados en palacios de miembros de la Casa Imperial Risa como artículos de servicio y decoración interior. Constituían parte obligatoria de la dote de grandes duques y princesas, un signo del más alto estatus para sus propietarios.
Los diseños de los productos fueron desarrollados por los principales artistas de su tiempo, y las obras terminadas siempre se han distinguido por una artesanía y un estilo impecables, lo que los hacía en “creadores de tendencias”.
¿Qué te parece el trabajo del vidrio imperial ruso?