Este martes 12 de marzo se ha llevado a cabo un funeral privado para despedir a Thomas Kingston, quien fuera el marido de Lady Gabriella Windsor, luego de que su cuerpo fuera encontrado sin vida en una residencia en Gloucestershire, a finales de febrero pasado.
Su fallecimiento ha conmocionado a la realeza inglesa y al Reino Unido, aunque ha sido hasta esta semana que su familia ha realizado el servicio religioso para darle el último adiós al financiero, al cual acudió el príncipe William en representación de la Familia Real Británica.
El príncipe William en el funeral de Thomas Kingston
Como ya adelantábamos, el heredero al trono británico estuvo presente en el funeral; sin embargo, y como ya ha pasado en todos los eventos de este año, el príncipe acudió en solitario pues su esposa Kate Middleton se encuentra convaleciente tras la cirugía abdominal a la que fue sometida desde enero.
Asimismo, el príncipe de Gales decidió tener este tierno gesto de acompañar y arropar a Gabriella y a los suyos, quienes se encuentran muy afectados por la inesperada muerte del financiero a sus 45 años de edad. Mientras que la reina Camilla no pudo estar presente en el funeral porque en ese momento ella se encontraba presidiendo otro evento.
El cortejo fúnebre partió cerca de las 11:30 de la mañana desde el Palacio de Kensington hasta la capilla del Palacio de St. James, en donde se ofreció una misa que duró cerca de una hora y que estuvo oficiada por el subdecano de las Capillas Reales, el reverendo canónigo Paul Wright, según la prensa.
Luego de este servicio religioso, se procedió a la incineración y después se dio también una recepción en St. James, de acuerdo con lo que se informó desde Buckingham.
Por otra parte, la presencia de William en el funeral de Thomas fue muy comentada, ya que esta es su primera aparición pública luego de la polémica desatada por los errores de edición en la fotografía de su esposa Kate Middleton junto a sus hijos.
La instantánea, que fue difundida con motivo del Día de las Madres en el Reino Unido, fue sumamente criticada por los retoques y modificaciones que tenía, lo que generó que Kate pidiera disculpas y reconociera que fue ella la que manipuló la imagen.
Aunque esta situación ha generado que la monarquía británica pierda credibilidad, pues además de que agencias de noticias y agencias eliminaran la imagen, los ciudadanos también comienzan a dudar de la institución real por no aclarar qué ha pasado con la salud de su princesa.