Es costumbre que al llegar la época navideña todas las Casas Reales y miembros de la realeza se dispongan a enviar postales con mensajes de gratitud y buenos deseos para el año que está por comenzar. La Familia Real holandesa no es la excepción, ya que cada diciembre hace llegar una emotiva postal a sus seguidores, la cual siempre suele ir acompañada de un retrato familiar.
Este año, la reina Máxima y sus hijas se dispusieron a mandar un mensaje realmente emotivo en 5 diferentes idiomas (holandés, inglés, español, frisón occidental y papiamento criollo). “Una Navidad bendita y un saludable y próspero 2025”, fue el mensaje escrito y traducido por los Orange-Nassau.
Plasmando sus buenos deseos en una tarjeta, los reyes Guillermo Alejandro y Máxima firmaron de manera autógrafa su tarjeta, la cual adjuntó una tierna fotografía familiar, la cual fue tomada el pasado mes de junio en las afueras del palacio de Ámsterdam.
En la fotografía se observa de izquierda a derecha: la princesa heredera Amalia, la reina Máxima, el rey Guillermo Alejandro, la princesa Alexia y la princesa Ariane. También llama la atención la presencia del perrito Mambo, la querida mascota de la familia, quien siempre logra robar algo de protagonismo a los royals.
El discurso de Navidad del rey Guillermo Alejandro
Añadiendo un gesto más de felicitación para sus súbditos y el resto del mundo, el rey Guillermo Alejandro se dispuso a dar su típico mensaje de Nochebuena en el Comedor Blanco del Palacio Huis ten Bosch.
“Buenas noticias para todo el pueblo. La Navidad no excluye a nadie. Todos son bienvenidos y pertenecen. Tú también. Tú también”, dijo el rey, asegurando que “el Hijo de Dios viene a un mundo quebrantado y nos trae paz. Cualquiera que observe las numerosas fallas de nuestro mundo puede anhelar intensamente esa paz. ¡Qué lejos estamos de ello en este momento!”.
El rey enfatizó: “Las tensiones son palpables, a nivel internacional y nacional. Y eso nos inquieta. ¿Dónde encuentras apoyo? ¿En quién puedes confiar todavía? Mucha gente se siente incomprendida, no deseada y desprotegida”.
“Una y otra vez me conmueve el dolor personal que resuena en las historias”, continuó el esposo de la reina Máxima, recalcando las historias de los palestinos y judíos-holandeses que actualmente sufren por el conflicto en el Medio Oriente.
“En este país todos son libres de encontrar consuelo e inspiración en su propia fe o filosofía de vida. Cada uno es libre de expresarse. Cristianos, judíos, musulmanes, humanistas, ateos o cualquiera que sea su visión de la vida. Cada persona es igual”, continuó Su Alteza Real.
Finalmente, el rey de Holanda concluyó su mensaje diciendo: “Les deseo a todos, dondequiera que estén y cualesquiera que sean sus circunstancias personales, una bendita Navidad”.