Si algo ha caracterizado al rey Felipe de Borbón desde su adolescencia es su gran carisma, ya que, al igual que la princesa Leonor siempre ha gozado de un gran sector que lo sigue a donde quiera que va y le demuestra su aprecio ya sea por medio de regalos o bien con muestras físicas de afecto.
Actualmente, según una encuesta de Sigma DOS, el rey posee una nota de 7.3 sobre una escala de 10 respecto a su aceptación, siendo su popularidad solo superada por la de la princesa Leonor, quien ostenta una nota de 8.2, lo cual denota que el pueblo español se encuentra ávido de verla reinar.
Estas altas calificaciones no resultan en vano, ya que el monarca se las ha ganado a pulso, tratando siempre con cordialidad a todos quienes buscan acercarse a él. Para muestra el tierno gesto que recientemente tuvo el rey durante su traslado desde su residencia oficial hacia la Galería de las Colecciones Reales.
El tierno gesto que el rey Felipe VI tuvo con sus seguidores
Según reporta el medio ABC España en una crónica de la caminata que el padre de la princesa Leonor tuvo la mañana de este dos de febrero, todos los turistas que se encontraban fuera del palacio de Madrid, se encontraban a la expectativa de la llegada del rey, examinando minuciosamente todos los vehículos que arribaban al recinto, hasta que por fin circuló enfrente de ellos un cuatro ruedas en el que ondeaba una bandera de España y el escudo del monarca.
“Es de color carmesí y lleva el escudo de Felipe VI. Si está ahí quiere decir que el Rey está en Palacio”, cuenta el diario que explicaba uno de los asistentes, mientras aguardaba su turno para pasar el control de seguridad y disfrutar de esperar la aparición del monarca frente a la que es su residencia oficial.
El relato avanza mencionando que cuando llegó, Don Felipe recibió en audiencia al almirante, comandante general de la marina de guerra del Perú, Luis José Polar Figari, quien era acompañado de una representación de la dotación del buque escuela BAP «Unión», que se encuentra de paso por España.
“¡Es el Rey! ¡Es el Rey!”, eran otros de los gritos que asediaban a Felipe, acabando la batería de sus teléfonos móviles los asistentes no dejaban de esperar que el rey se detuviera para retratarlo, ante lo cual accedió con una pausa, la cual se tomó para saludar cordialmente a todos cuantos pudo, un gesto que no todos los royals del mundo tienen la decencia de tener.