Ya ha pasado más de un año desde la partida de la reina Isabel II, la monarca más longeva del Reino Unido, y los fanáticos de la Realeza siguen esmerándose en notar minuciosos detalles acerca de la trayectoria de la monarca y también de las consecuencias que ha acarreado su partida.
Comenzando por los primeros días en que el mundo vivió la ausencia de la matriarca de la Casa de Windsor, especialistas en asuntos de la Corona y en moda analizaron varios de los atuendos con los que los miembros del palacio acudieron a despedir a la querida Isabel.
En el caso de la princesa Charlotte, una de las mujeres que podría dar seguimiento al legado de su abuela por medio de sus acciones como princesa de Gales, llamó la atención el peculiar atuendo infantil con el que acudió al servicio funerario, no sólo por el glamour usual que proyectó, sino también por un tierno detalle que añadió a su abrigo.
El outfit con el que la princesa Charlotte despidió a Isabel II
Con tan solo siete años de edad, la pequeña hija de William y Kate tuvo que enfrentarse por primera vez a la muerte y lo hizo de la manera más fashion posible.
La princesa de Gales, también conocida por ser “la favorita del rey Carlos III”, acudió al funeral de la monarca luciendo un estilizado abrigo y medias negras, combinadas con un delicado par de zapatos estilo ballerina y un sombrero, que, sin duda, hizo match con el de su madre.
Pero el detalle que más llamó la atención del atuendo de la joven royal fue un pequeño broche prendido de su pieza protagonista, el cual fue nombrado por los expertos como la primera joya importante de la tercera en la línea de sucesión al trono.
La pieza se trata de una insignia en forma de herradura que, además de ser un homenaje a su gusto compartido con Isabel II por los caballos, es una herencia que ha pasado por generaciones, siendo la Reina Madre la una de las primeras propietaria del pin.
A su vez, la reina Isabel Bowes-Lyon, habria recibido el hermoso broche de de su suegra, la Reina María de Teck, en los años 1920 y ahora gracias al detalle que la fallecida reina Isabel II tuvo con su nieta, el legado de generaciones ha brillado en uno de los eventos más tristes de los últimos tiempos para la Corona británica.