Hace unas semanas, el príncipe William reveló sin querer un curioso gesto que realizó y que no le gustó a su hija, la princesa Charlotte. Fue durante su pasad viaje a Sudáfrica para la entrega del premio Earthshot 2024, en donde el heredero al trono británico compartió esta curiosa anécdota personal.
En una conversación con varios reporteros, el príncipe de Gales narró que a la pequeña princesa no le agradaba verlo con barba. “A Charlotte no le gustó la primera vez”, confesó William entre risas. “Le saltaron las lágrimas, así que tuve que afeitarme”, relató, haciendo alusión al hecho de que su hija no solo mostró su desaprobación, sino que también rompió en llanto ante el cambio en la apariencia física de su padre.
William no dudó en adaptarse a los sentimientos de Charlotte y tomó la decisión de afeitarse para consolarla. Sin embargo, no todo terminó ahí. Tras un tiempo, el príncipe decidió darle otra oportunidad a su barba y, con la confianza que siempre ha mostrado como padre, le explicó a la pequeña que no era algo malo. “Luego la dejé crecer y pensé: ‘Espera un segundo’ y la convencí de que todo iba a salir bien”, enfatizó, en un gesto lleno de paciencia y comprensión hacia su hija.
¿Cómo es la relación entre el príncipe William y la princesa Charlotte?
Este momento refleja no solo el amor entre padre e hija, sino también cómo, para alguien tan público como el heredero al trono británico, los pequeños cambios en su vida pueden tener un impacto emocional en su entorno familiar. Aunque para muchos el hecho de que el príncipe se dejara crecer la barba pueda parecer insignificante, para Charlotte fue una sorpresa que la desconcertó y causó una reacción completamente genuina.
Este episodio de llanto también resalta el vínculo que William mantiene con sus hijos, especialmente con Charlotte, quien, a pesar de ser hija de una de las figuras más conocidas del mundo, sigue siendo una niña sensible a los cambios que afectan a su entorno familiar, como seguramente lo fue el duro diagnóstico de cáncer de su madre, Kate Middleton, el año pasado.
Este relato no solo muestra el lado tierno y cercano de William como padre, sino también su capacidad para enfrentar los retos de la vida con determinación, demostrando que, aunque en ocasiones los gestos pueden parecer pequeños, el amor y apoyo familiar siempre estarán presentes.