A pesar del paso del tiempo, continúa siendo innegable el encanto que rodeó a la princesa Diana durante todos los años de su vida, aunque muchos siguen sin descubrir exactamente en qué residía esa capacidad casi hipnotizante que tenía la royal al momento de interactuar con los demás.
Sin embargo, hay quienes sí se han atrevido a afirmar cuál fue el rasgo físico que llevó a Diana Spencer a acumular toda su fama tanto popular, como diplomática, sosteniendo el argumento que señala a sus ojos y a la forma de mirar de la “princesa del pueblo” como el secreto de su inigualable belleza.
Igualmente, la parte de los seguidores de la realeza con un agudo sentido de la observación ha señalado que el legado de la mirada de Lady Di no solo ha quedado guardada en la historia, sino que ha trascendido por medio de su nieta, la princesa Charlotte, quien a su corta edad ya ha sido captada en retratos que reflejan la misma esencia que tenía su abuela en su forma de ver.
Charlotte ya aplica la misma técnica de mirada de Lady Di
Han sido fugaces los momentos en los que se le ha captado a Charlotte lanzando la misma mirada tierna pero penetrante que tenía su abuela, ya que, a diferencia de Diana, la pequeña hija del príncipe William no suele mantener este gesto, el cual, según expertos en lenguaje corporal, mostraba signos de sumisión y servicio ante los demás, factor que también pudo haber sido un detonante de la extrema simpatía que la royal desarrolló ante el pueblo.
Sin importar con quien hablara, Lady Di siempre solía mantener la cabeza ligeramente agachada, por lo que, frecuentemente, se veía en la necesidad de alzar la mirada para poder ver fijamente a los ojos de su elocutor, lo cual también hacía resaltar el estridente color de iris azul que poseía y que solía resaltar por medio de maquillajes que contemplaban el uso de delineadores en tonos turquesa.
Muchos otros analistas de gestos, aseguran que simplemente este amaneramiento de la royal tenía que ver con su gran altura, ya que medía 1.78 metros, aunque bien es cierto que, sin importar las causas, este tipo de semblante se volvió icónico de Spencer, por lo que en cada una de las interpretaciones en ficción que se le ha dado a su figura ha tomado mucho en cuenta esta manera de expresión facial. No por nada Elizabeth Debicki y Kristen Stewart se han llevado todos los aplausos por su peculiar forma de retratar la esencia de la eterna princesa.
Ahora es el turno de Charlotte de mantener vivo el recuerdo de su abuela por medio, no solo de su extremo parecido físico a Diana, sino también por sus gestos similares, entre los que se encuentra su hermosa mirada cabizbaja.