El 2024, sin duda, ha sido un año de subidas y bajadas para los reyes Felipe VI y Letizia Ortiz, ya que, si bien el mes de enero fue uno de los periodos más complicados para la monarca consorte, ahora parece estar en su mejor momento.
Recordemos que el final del 2023 y el arranque de este año representó un fuerte periodo de crisis entre los soberanos de Asturias, después de que apareciera en el panorama el ex marido de la Telma Ortiz, Jaime del Burgo, quien desató toda una ola de rumores respecto a la vida privada de su ex cuñada, aseverando, incluso, que entre ellos dos había existido un romance extramarital.
Además, en aquel periodo, a las declaraciones de Del Burgo se añadían las del periodista y detractor de la reina Jaime Peñafiel, quien en su libro “Letizia y yo”, develó toda una serie de supuestos escándalos acerca del pasado de la ex periodista.
La estrategia de Letizia Ortiz y Felipe VI para eliminar los rumores sobre su divorcio
El escándalo provocado por los “dos Jaimes” fue tan grave que la prensa comenzó a notar señales de disgusto en los gestos de Felipe y Letizia, por lo que el rumor de un posible divorcio se volvió cada vez más fuerte.
Afortunadamente, la Casa Real de España puso en marcha una efectiva estrategia de comunicación que viró todo el imaginario hacia una imagen mucho más favorable del matrimonio real, la cual consistía en propiciar gestos románticos entre los reyes en cada una de sus apariciones públicas. Dicha estrategia continúa y pudo observarse en la última visita de Estado de los royals a Holanda, nación donde se reencontraron con sus homónimos Guillermo Alejandro y Máxima Zorreguieta.
El gesto viral que Felipe VI tuvo con Letizia Ortiz en su viaje a Holanda
Durante la jornada del segundo día del encuentro diplomático se suscitó un romántico gesto entre Felipe VI y Letizia Ortiz del cual habló todo el mundo, pues este dejó completamente atrás todo rumor sobre una crisis en el matrimonio real y comprobó el deseo y amor que aún existe entre la pareja.
Fue durante su visita al Museo STRAAT de Ámsterdam, donde el rey fue captado tomando fuertemente a su esposa de la cintura, un movimiento que muchos tacharon de sugerente, pero que en realidad pudo tratarse únicamente de un ademán de apoyo para su esposa, después de que la noche anterior sufriera un fuerte dolor de pies que, incluso, la mantuvo sentada durante el protocolario besamanos de la cena de gala ofrecida en su honor.