El regalo de bolsas que la reina Isabel II le dio al príncipe Harry y Meghan Markle en 2018, fue Frogmore Cottage, una casa histórica clasificada de Grado II en la finca Frogmore, que forma parte de Home Park en Windsor, Inglaterra, sin embargo, de acuerdo con Express UK, ese privilegio se esfumó tras la publicación de Spare, la autobiografía de Harry.
De acuerdo con el medio citado, tras el lanzamiento del libro en enero de 2023, el rey Carlos III inició el proceso de desalojo, y para el 29 de junio de ese mismo año, la pareja abandonó oficialmente la residencia.
En su momento, los Sussex aceptaron con entusiasmo la generosa oferta de la reina y, aunque la casa sufrió una renovación financiada por los contribuyentes, posteriormente los duques asumieron el costo de 2,4 millones de euros. No obstante, según el experto en realeza Tom Quinn, el príncipe Harry y Meghan Markle, ya alejados de la vida real activa, creían que Frogmore estaría siempre disponible para ellos en sus visitas al Reino Unido.
El doloroso golpe de realidad que recibió el príncipe Harry por parte de la familia real
A través de de Express se dio a conocer que este acto solo fue el reflejo de una desconexión con la realidad, ya que perder el acceso a Frogmore les resultó devastador, en especial para Harry, quien interpretó el desalojo como una ruptura simbólica con su familia y un acto de venganza de su padre.
Actualmente, el rey Carlos está considerando otorgarle la propiedad de Frogmore Cottage al príncipe Andrés, quien enfrenta dificultades con su residencia en el Royal Lodge. La asignación de esta propiedad ha sido vista por el príncipe Harry como un rechazo doloroso, especialmente dado su vínculo emocional con la casa real y la historia reciente.