El duque de Sussex, el hijo autoexilado del rey que vive en California, acaba de presentar una solicitud ante el alto tribunal británico, después de que se le negaran el mismo nivel de seguridad que otros miembros de la familiar real activa.
El príncipe Harry hizo pública su decisión de no ejercer más funciones reales a inicios del 2020. Sin emnbargo, considerando que el hijo menor del rey Carlos III es un capitán, ex veterano de Afganistán y piloto de combate Apache durante la ocupación occidental, puede ser considerado un “objetivo terrorista”.
Harry se puso en la mira de los Talibanes al hacer público que había matado a, 25 personas durante su servicio militar: “Eran piezas de ajedrez quitadas del tablero, gente mala eliminada antes de que pudieran matar a la gente buena”, confesó el hijo de la princesa Diana en su polémico libro autobiográfico.
El martes 5 de diciembre, Harry vuelve a lanzar un desafío legal presentando una solicitud ante el Tribunal Superior de Londres, impugnando la decisión de que el Reino Unido dejara de ocuparse de su seguridad, cuando se encuentra en Inglaterra.
Harry pelea por su seguridad
Tras decidir distanciarse de sus funciones reales, Harry, Meghan y sus dos hijos perdieron la protección pagada por el contribuyente británico, conocida como Comité Ejecutivo para la Protección de la Realeza y las Personalidades Públicas (RAVEC). Al instalarse en Estados Unidos, los Sussex pagan custodia privada.
En mayo de este año, Harry perdió el juicio en el que solicitaba el derecho a pagar de forma privada la seguridad policial durante su estancia en el Reino Unido. Sin embargo, hoy, vuelve a presentar el caso ante la audiencia por medio de su abogada, Shaheed Fatima.
La representante legal de Harry consideró que una decisión “caso por caso, conlleva una incertidumbre excesiva” para el príncipe y advirtió destacó el impacto que un posible ataque al duque de Sussex podría tener en la reputación del Reino Unido, debido a “su estatus y a su posición dentro de la familia real”, reportó AFP.
El resto de la audiencia, que está previsto que se alargue hasta el jueves, se desarrollará en gran medida a puerta cerrada, debido a la información confidencial de seguridad que aparecerá en el juicio.
Para Harry, el tema de seguridad es primordial. El príncipe acusa a la prensa y a los ‘paparazis’ de provocar el accidente automovilístico en el que perdió la vida a su madre, Lady Diana, el 31 de agosto de 1997. Un trauma que revivió a mediados de mayo, cuando la prensa lo persiguió en coche en Nueva York.
Parece que Harry está aprovechando la buena racha que tiene ante la Justicia, pues hace un par de meses ganó un juicio contra el diario The Sun. ¿La intención de recuperar la seguridad en el Reino Unido responderá a una deseo de Harry por volver a su país?
