Este miércoles, la gala de los premios a los hombres del año que entrega anualmente la revista GQ consiguió reunir en la Tate Modern de Londres a un sinfín de celebridades... y a un miembro de la familia real británica. El príncipe Carlos no quiso perderse la cita para recoger en persona el galardón que le había sido concedido por la organización y que, como él mismo se encargó de recalcar en su discurso de agradecimiento, nada tenía que ver con su capacidad para seguir las últimas tendencias. En realidad, con el paso del tiempo, la cita ha dejado de girar exclusivamente en torno a la moda para reconocer también la labor de figuras relevantes o inspiradoras en el mundo de la política, el deporte o las labores humanitarias. En esa categoría era precisamente en la que había sido mencionado el príncipe de Gales, que sorprendió a todos los presentes al hacer gala de un gran sentido del humor mientras se burlaba de su propio estilo, que no se le escapaba que podía resultar algo anticuado en comparación con el de los hombres tan elegantes que se habían reunido para la ocasión. “Cuando me dijeron que GQ deseaba entregarme un premio, estaba convencido de que se trataba de algún tipo de error y que me habían dado un reconocimiento que no me merecía, principalmente porque en cuestiones de moda soy como un reloj estropeado, a veces acierto, pero eso solo sucede una vez cada 25 años”, aseguró con mucha soltura nada más subirse al escenario. Los comentarios graciosos no acabaron ahí. A lo largo de su intervención, Carlos también reveló que se había emocionado ante el video resumen de la labor que ha realizado a través de las más de 400 organizaciones benéficas con las que colabora -"Me siento muy afortunado de haber podido ver cómo será mi obituario”, apuntó- e incluso bromeó acerca del peso del premio prometiendo que probaría su eficacia como defensa contra posibles ladrones. En una nota mucho más seria, el hijo de la reina Isabel II también quiso abordar una cuestión que los royal suelen evitar en público, el dinero, para reconocer que no siempre ha resultado sencillo recaudar los fondos necesarios para sacar adelante los proyectos de las dos organizaciones que él ha fundado -The Prince’s Trust Group y The Prince’s Foundation-, pero que ninguna de esas dificultades es comparable a la satisfacción que le proporciona ayudar a otras personas. “Al principio no resultó nada sencillo intentar crear esas organizaciones ni reunir el dinero necesario. Gastar dinero en proyectos que merecen la pena es relativamente sencillo, pero conseguir reunirlo es lo difícil”, aseguró. “Como pueden imaginar, no hay nada más satisfactorio que ver la diferencia que se puede marcar en la vida de tanta gente joven. Si logras darles una oportunidad o ayudarles a ganar confianza en sí mismos y autoestima, de pronto ves cómo se transforma toda su vida”.
SEGURO TE INTERESAN:
El curioso apodo del príncipe Carlos a Meghan Markle
Lo que sucederá cuando el príncipe Carlos y Camilla Parker se conviertan en reyes de Inglaterra
Biografía no autorizada tacha al príncipe Carlos de maniático, adicto al lujo y celoso de Kate Middleton