El nuevo libro del autor real Tom Quinn, “Yes, Ma’am – The Secret Life of Royal Servants”, “Sí, señora – La vida secreta de los sirvientes reales” en español, ya se encuentra circulando entre las manos de los expertos en realeza, quienes poco a poco han ido publicando en la prensa los secretos más oscuros revelados en este material, entre ellos los fetiches del príncipe Andrés, hermano menor del rey Carlos III.
Retomando declaraciones de ex sirvientes del Palacio de Buckingham, el material revela que el duque de York tiene la preocupante manía de colocar diariamente una gran cantidad de peluches en su cama. Específicamente Quinn destaca que Andrés tenía una cama con unos 60 peluches y que las encargadas de la limpieza recibían fotos de la posición que debían tener los osos para que siempre lucieran igual.
Esa información ya había sido adelantada previamente en 2022 por Charlotte Briggs, ex empleada doméstica del Palacio de Buckingham, quien declaró ante el diario The Sun que había sido responsable de ordenar los 72 peluches del príncipe en orden de tamaño todas las mañanas a mediados de los 90.
“Tan pronto como conseguí el trabajo, me hablaron de los ositos de peluche y me inculcaron cómo los quería”, dijo la ex empleada. “Incluso tuve un día de entrenamiento. Fue muy peculiar. Después de todo, era un hombre adulto que había servido en las Malvinas. Cada uno tenía que colocarse con cuidado. Eran osos de peluche antiguos, los de Steiff, y casi todos tenían trajes de marinero y sombreros”, agregó.
Briggs continúo en su declaración: “Me llevó media hora organizarlos. Luego, a la hora de dormir, tuve que quitarme todos los ositos de peluche y colocarlos por la habitación. Cada uno tenía un lugar determinado. Tuvimos que apilar los más pequeños en una chimenea sin usar, nuevamente en orden de tamaño, para que se vieran bonitos. Sus dos osos favoritos se sentaban en dos tronos a cada lado de la cama. Los otros se sentaban a los pies de la cama, en el suelo. Si esto se hacía incorrectamente, recordó, el príncipe perdía los estribos”.
¿Qué otras revelaciones se hacen sobre el príncipe Andrés en el nuevo libro de Tom Quinn?
“Yes, Ma’am – The Secret Life of Royal Servants”, también incluye una serie de acusaciones por parte de los empleados del Palacio de Buckingham que aseguran que el príncipe Andrés siempre dio un mal trato a sus servidores.
Los nuevos testimonios en contra del príncipe Andrés quedaron plasmados en el nuevo libro del periodista real Tom Quinn, el cual está disponible desde el pasado 12 febrero.
El libro, publicado bajo el sello editorial de Biteback, asegura que el padre de la princesa Beatriz era “mandón” y tendía a “actuar como un clásico matón escolar” con el personal.
Cada uno de los testimonios incluidos por Quinn en el material resulta anónimo, por lo cual se revela de manera explícita que el hijo “favorito” de la reina Isabel solía tener esa cuestionable actitud debido a que constantemente sentía frustración por no haber sido él el heredero al trono.
“Era simplemente terrible, estaba muy feliz de levantar el teléfono y gritarle a quien lo contestara. Al igual que su tía Margarita, Andrés siempre se comportó como si estuviera frustrado por no ser el primogénito y, por lo tanto, destinado a convertirse en rey. Esta frustración lo convirtió en un poco abusivo en privado. Algunos miembros de su personal, no diré la mayoría, pensaban en privado que él era el clásico matón escolar”, es una de las citas del libro que ya se adelantan en la prensa británica.
La publicación también deja en claro que el ex esposo de Sara Ferguson tiene “gustos muy particulares” en cuanto al aspecto y la vestimenta de su personal. Por ejemplo, en un pasaje se relata que el duque se atrevió a despedir a un miembro del servicio porque “no podía soportar” que tuviera un lunar en su cara. Se dice también que en otra ocasión Andrés destituyó a un sirviente por llevar una corbata de nailon.
En general, se dice que el hermano menor de Carlos III se caracteriza por ser “verbalmente abusivo, completamente autoritario, imperioso, mandón y de mal carácter”.