Aunque, tal y como se retrata en The Crown y otras ficciones, el último año de vida de Lady Di estuvo lleno de altibajos, debido al gran acoso que sufrió por parte de paparazzis, aunque también existieron algunas dichas para la famosa “princesa del pueblo”, gracias a que después de su divorcio del entonces príncipe Carlos pudo disfrutar de las mieles que ofrece la vida de soltera.
Es bien sabido por el imaginario colectivo que el disfrute de Diana, alejada de los estrictos protocolos de los Windsor, comenzó justo después de mostrarse empoderada ante las cámaras con el llamado “vestido de la venganza”, el cual lució la misma noche que su esposo reconoció su adulterio con Camilla Parker, en el ya lejano 1994.
Sin embargo, el estilo “single lady” de la princesa de Gales continuó explayándose algunos después de su divorcio, siendo el atuendo que lució en la Met Gala de 1996 uno de los más icónicos ejemplos de cómo Diana evolucionó su estética para convertirse en toda una representante de la elegancia y el postureo en la alta costura.
La primera y única vez que Lady Di asistió a la Met Gala de Nueva York
Corría diciembre de 1996 cuando se llevó a cabo la Met Gala de ese año, la cual tuvo como temática un homenaje a la obra de Christian Dior, y contó con importantes invitados a su alfombra, como Linda Evangelista, Kyle MacLachlan, Amber Valletta y por supuesto Lady Di, quien probablemente por exigencias de la Corona se había privado de asistir a tan importante reunión de moda.
En dicho evento, Diana Spencer decidió hacer su entrada de la mano de la editora de moda Liz Tilberis, quien definitivamente quedó opacada ante el glamour de la royal.
El look que Diana de Gales lució en su única aparición en la Met Gala
El destino planeó que la única aparición de Lady Di en la Met Gala pasara a la historia, gracias al esplendoroso vestido de seda firmado por John Galliano para Dior y el extravagante juego de joyas que lució esa noche.
El outfit para la Met que portó la madre del príncipe William aquel 9 de diciembre sentó un precedente para la estética “lencera”, la cual es 2024 sigue estando vigente, debido a que tal como Lady Di lo demostró, los acabados de encaje y la tela brillosa bien combinada con accesorios nunca pasa de moda.
