Después de que el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, y su esposa, la primera dama Kim Keon He, visitaran Inglaterra el mes pasado, ahora son los reyes de Holanda, Guillermo y Máxima, quienes fungen como anfitriones de un espectacular banquete de gala, donde no podían faltar por relucir tiaras históricas.
La cita fue en el Palacio Real de Ámsterdam, uno de los cuatro palacios en los Países Bajos. Especialmente decorado para la ocasión.
El look de gala de la reina Máxima
Como si de competencia se tratara, la reina Máxima aceptó el reto impuesto por Kate Middleton y el majestuoso look con el que recibió a los representantes de Corea del Sur. En su turno, la monarca de los Países Bajos sacó a relucir un juego de joyas legendarias: el conjunto Mellerio.
Acompañando el histórico conjunto y haciendo juego con los impresionante rubíes y diamantes del set, la reina holandesa optó por un vestido de gala en colores burdeos, negros, de cuello alto, mangas de largo tres cuartos, decorado con cintillas de terciopelo y guipiure.
Sin lugar a debates, la delicadeza de la joyería y la intensidad del color de las gemas, encontraba una armonía perfecta en el atuendo de la reina. Se trata de un vestido de la casa de modas Costarellos, mismo que había estrenado durante una visita de Estado a Grecia, en octubre del año pasado. (Como dato curioso: la reina Matilde posee el mismo modelo, pero en color verde).
Parure Merellio: 135 años de historia
El conjunto Merellio es uno de los favoritos de Máxima de Holanda, quizá sea por su atractivo color, delicado trabajo (su diseño representa motivos de volutas y racimos) o por su historia, que data de hace 135 años.
El conjunto Mellerio recibe su nombre de la casa joyera que lo creó: Mellerio dits Meller, en 1888. El parure se compone de una tiara, pendientes, dos broches, un anillo y una pulsera, todos siguiendo el mismo patrón y embellecidos con diamantes y rubíes.
El origen del espectacular conjunto se remonta a más de un siglo atrás, cuando el rey Guillermo III de los Países Bajos y Gran Duque de Luxemburgo se lo regaló a reina consorte Emma de Waldeck-Pyrmont (la reina era la segunda esposa del rey). En ese entonces, Guillermina, la única hija del matrimonio y futura reina, tenía ocho años (la reina Guillermina es la bisabuela del actual rey Guillermo).
A lo largo de 135 años, la pieza ha pasado por 5 generaciones del familia real holandesa y es un lujo a la vista. Por eso Máxima la porta en cenas de gala,y eventos especiales, como cuando su esposo ascendió al trono.