La princesa Charlotte ha tenido un significativo guiño a su madre, Kate Middleton, durante el concierto de Nvidad en la Abadía de Westminster que se llevó a cabo este 6 de diciembre. Un gesto que, aunque sutil, no ha pasado desapercibido por los medios británicos ni por los expertos en realeza.
La hija del príncipe William sorprendió con un detalle encantador en su peinado: un moño negro de terciopelo, un sutil pero emotivo guiño al accesorio que también lució su madre en esta significativa velada.
Charlotte lució un peinado de media coleta sencillo pero sofisticado, y adornado con un moño negro en al parte de atrás el cual añadió un toque de elegancia juvenil a su apariencia. Este detalle no pasó desapercibido, especialmente porque coincidía con el moño negro de terciopelo que Kate incorporó en su propio atuendo, resaltando la conexión entre madre e hija en este evento especial. Un detalle que, además, refleja la influencia y complicidad que hay entre ambas,y que consolida a Charlotte como una mini-royal en ascenso.
Sin embargo, esto no fue el único guiño de la pequeña a su madre ya que también el color de su abrigo era de un tono similar al de Kate. Por lo que bien podemos decir que las dos iban a juego con sus looks.
El look de Kate Middleton en el concierto de villancicos
Por su parte, la princesa de Gales también deslumbró en un maxiabrigo rojo de un diseño de líneas clásicas que remarcó su amor por las tradiciones navideñas. El moño negro de terciopelo que llevó en su peinado contrastó perfectamente con el rojo de su atuendo, aportando un toque de refinamiento y coordinándose de forma sutil con Charlotte. Este tipo de detalles son una de las razones por las que Kate se ha convertido en un ícono de moda y sofisticación.
Aunque Charlotte, con tan solo 9 años, no solo se destacó por su adorable peinado, sino también por su actitud madura y tranquila durante la ceremonia ya que siguió todo el protocolo del evento sin problema. Mientras que el gesto de usar un accesorio que reflejara el estilo de su madre fue un recordatorio de cómo la princesa está creciendo bajo la guía de una de las figuras más admiradas de la realeza británica.
Con este sutil pero significativo guiño, Charlotte demostró que, al igual que su madre, tiene un don especial para transmitir mensajes a través de la moda.
