Mientras este pasado fin de semana fue uno de los más impactantes para la monarquía británica, el principado de Mónaco se envolvía en un ambiente festivo con el tradicional Baile de la Rosa, en el que la princesa Charlène vivió un incómodo momento gracias a la vestimenta que usó para asistir a esta gala.
Bajo la temática de la época disco de los años 70 y 80, la esposa del príncipe Alberto asistió a este emblemático baile, realizado el sábado 23 de marzo, con un look lleno de brillo y lentejuelas que, aunque robó miradas, hizo que tuviera un inconveniente; sin embargo, este instante no pasó a mayores y quedó solamente en una historia para recordar.
El look de la princesa Charlène que le hizo pasar un rato incómodo
Para contarte esta incómoda anécdota, primero debemos analizar el look de fiesta de la exnadadora, el cual constaba de un mono de Elie Saab con pantalón de campana, manga larga, y confeccionado con glamurosas lentejuelas doradas.
Y si bien esta pieza se convirtió en la máxima estrella de la noche, curiosamente, una de las invitadas al evento traía puesto el mismo diseño que usó Charlène, solo que en diferente color. La aristócrata Antonella de Orleans-Borbón usó este mono pero en color turquesa y rosa.
Sin embargo, ella no hizo modificaciones al diseño original, y en cambio, la royal sí le realizó algunas variaciones. Por ejemplo, el mono de la cuñada de Carolina de Mónaco tenía cerrado el escote en V y no contaba con la capa que sí tenía el de Antonella. Aunque debemos resaltar que fue gracias a estas sutiles diferencias que la coincidencia entre ambas pasó prácticamente desapercibida.
Pero también debemos tomar en cuenta que este tipo de situaciones es muy poco común que pasen, sobre todo en la familia Grimaldi, quienes siempre se han caracterizado por ser de las royals más glamurosas, ya que se han encargado de hacer de la moda todo un estandarte del principado monegasco.
Los mejores looks del Baile de la Rosa
Por otra parte, esta extraña coincidencia no quita el hecho de que Charlène se convirtió en la protagonista de la fiesta, ya que arrancó las miradas de todos los presentes, quienes admiraron su atinado look disquero.
Pero además de la princesa, también podemos meter en la lista de las mejores vestidas de la gala a Beatrice Borromeo, la esposa de Pierre Casiraghi, que optó por un vestido dorado de Dior de flecos hechos de paillettes, así como a la misma Carlota Casiraghi, con un vestido de seda de Chanel con cuerpo de pedrería y un sugerente escote.