Si bien, Carlos III nunca se ha caracterizado por ser exactamente el hombre más expresivo e incluyente, a través de su poder ha logrado manifestar el gran cariño que acumula por sus familiares, especialmente por sus nietos.
Por un lado, la relación del monarca con sus nietos, hijos de Harry, no es muy cercana e incluso se puede decir que el rey ha tenido gestos descorteses con Archie y Lilibet, debido a que Meghan no resulta una mujer de su agrado.
Mientras que, de manera contraria, los hijos de William y Kate han gozado del privilegio de ser homenajeados en vida por el duro monarca, por medio de títulos e incluso tiernos detalles.
El tributo que Carlos III dedicó al príncipe George
De alguna manera, el hecho de que el primogénito de Wiliam se sitúe en el segundo puesto de la línea de sucesión puede ser uno de los factores para que el rey Carlos III se comporte como un abuelo amoroso con él.
Resulta, que incluso antes de ascender al trono, en 2021, cuando aún era príncipe de Gales, el rey Carlos III cambió el nombre de uno de sus jardines más preciados para rendir homenaje a su nieto, de aquel entonces solo 8 años de edad.
El jardín, ubicado en Birkhall Gardens en la finca Balmoral en Escocia, obtuvo el nombre de “Bosque del Príncipe Jorge”, de acuerdo al designio hecho por el abuelo del futuro rey de Inglaterra.
“Este era un campo bastante vacío y la granja no lo necesitaba. Lo bueno fue que logré plantar un jardín el mismo año en que nació mi nieto, el mayor, así que lo llamé Bosque del Príncipe Jorge”, fueron las declaraciones hechas por el rey Carlos III ante la BBC de Londres, quienes fueron los informantes de este tierno gesto.
¿Cómo es el “Bosque del Príncipe Jorge”?
La finca de Balmoral, donde se encuentra el jardín que homenajea al mayor de los hijos de William y Kate, fue obtenida por el príncipe Alberto en 1848 y posteriormente en 1852 fue cedida a Eduardo VIII, entonces príncipe de Gales, para finalmente, después del paso por generaciones llegar a las manos de Jorge VI, el padre de la reina Isabel II.
El espacio cuenta con un sendero de tomillo que conduce hasta las ventanas del salón y una cinta de la especie manto de dama. También cuenta con un seto de ciprés de Leyland, que alguna vez actuó como cortavientos en el extremo este de la casa, y con un elegante mirador revestido de cuero, en homenaje a la Reina Madre, de acuerdo a información difundida por Country Life.
Sin duda, todas las características del recinto comprueban que el nombramiento en homenaje a George representa un gran gesto por parte de Carlos III, si tomamos en cuenta que este espacio es uno de los más representativos en la historia de la Familia Real Británica.
