En medio de la difícil situación que vive la Familia Real Británica, este 20 de marzo se cumplen cincuenta años del intento de secuestro de la princesa Ana del Reino Unido, quien ahora mantiene a flote a la corona inglesa, junto con la reina Camilla, ante las ausencias de algunos de sus miembros debido a problemas de salud.
Por ello es que hoy recordaremos uno de los episodios más oscuros de la monarquía inglesa en el que un sujeto quiso secuestrar a la única hija mujer de la reina Isabel II, lo que provocó que la realeza cambiara por completo su protocolo de seguridad para los royals. Aquí te contamos la historia.
¿Cómo fue el intento de secuestro de la princesa Ana?
Este lamentable hecho sucedió la noche del 20 de marzo de 1974, cuando Ana y su primer esposo, el capitán Mark Phillips, salieron de una fiesta. Ambos iban traslandándose en su coche, un Rolls Royce, cuando a medio camino fueron interceptados por otro vehículo, del cual se bajó su conductor con pistola en mano y comenzó a disparar al equipo de seguridad de la princesa.
De hecho, el guardaespaldas de la royal intentó atacarlo pero la pistola se atascó, lo que hizo que el sujeto, de nombre Ian Ball, le disparara tres veces. Luego, el hombre llegó hasta la princesa y, a punta de pistola, le pidió que se bajara del coche y la acompañara, sin embargo, esta se mantuvo con una actitud inquebrantable en todo momento y rechazó su petición de manera firme y cortés.
Finalmente, la policía llegó y pudo frenar el rapto de la hermana de Carlos III, junto con un civil que también intentó detenerlo. Mientras que el secuestrador, quien padece esquizofrenia y sigue internado en el Hospital Broadmoor, reconoció haber planeado el secuestro y que tenía un escondite secreto. Además de que contemplaba pedir tres millones de libras por su rescate.
Años después, en 1984, la propia Ana habló en televisión sobre lo sucedido y dijo que había sido “escrupulosamente educada” con el agresor, ya que consideraba “una tontería ser demasiado grosera en ese momento”, pero que perdió los estribos cuando su vestido se rasgó debido al tumulto.
Por último, en un programa especial por su cumpleaños número 70, la hija de Felipe de Edimburgo volvió a hacer mención de este hecho. “Aunque creía recordar todo lo que había pasado, nunca habría podido jurar que lo recordaba en el orden correcto. Porque eran como fotos, instantáneas individuales. Con mucha claridad”, puntualizó.