Sin miedo a las críticas o a propiciar que se aumente el riesgo de la publicación de titulares tendenciosos que destacarán su “escapada en solitario”, el rey Felipe VI decidió dejarse ver en los últimos días paseando por Baqueira, lugar en Lérida que visitó al lado de sus amigos más cercanos, con quienes comparte el gusto por practicar esquí en la nieve.
Medios españoles como el diario El debate incluso han asegurado que los misteriosos colegas que acompañaban a Felipe en su “viaje de soltero” en el Pirineo catalán fueron Pedro López de Quesada, entrañable amigo del rey y padre de su ahijada próxima a casarse Victoria Lopez-Quesada; y su primo Luis Beltran Gomez-Acebo y de Borbón, el cuarto de los hijos de la infanta Pilar de Borbón.
Sin embargo, aunque por el momento no se encuentre confirmada la información de quienes fueron los hombres con los que el monarca español se dispuso a practicar uno de sus deportes favoritos- el cual desagrada por completo a Letizia-, sí se puede asegurar que Felipe aprovechó la escapada para tener un par de cenas privadas en las que fue retratado con algunas personas que se acercaban para pedirle un saludo y una fotografía.
Así es como Felipe de Borbón intenta pasar desapercibido en los restaurantes
De acuerdo a las declaraciones de Tatiana Wandurraga, encargada del restaurante al que acudió el rey Felipe VI en Baqueira -“El Fogón del Valle”-, citadas por el diario peninsular Segre, los empleados del lugar no tenían conocimiento de que esa noche el esposo de Letizia Ortiz acudiría al local.
“No supimos que era el rey hasta que entró por la puerta”, aseguró la empleada.
La explicación de por qué el rey logró pasar de incógnito en este restaurante, tal y como lo ha hecho en otros lugares, es simple: Felipe de Borbón acude a los recintos con una previa reservación hecha a otro nombre, de esta manera su rimbombante título y designio de nacimiento pasan desapercibidos en las listas de espera, o al menos así lo han demostrado los trabajadores que lo han recibido en sus distintas salidas a cenar.
Previamente, restauranteros mallorquines han dado declaraciones a la prensa acerca de cómo el rey y su esposa Letizia Ortiz han acudido a sus locales para tener una cena privada bajo el acrónimo de “los señores Rodríguez”, lo cual denota no solamente el ingenio del máximo jefe de la Casa Real de España, sino también su gran sentido del humor.