Kate Middleton tiene un hobby muy poco conocido que la conecta con la naturaleza y que le permite, por momentos, escapar del foco mediático del que ha sido presa desde que comenzó su relación con el príncipe William, hace más de 20 años.
¿Qué hobby le permite a Kate Middleton no ser reconocida en público?
Para quienes no lo sepan, la princesa de Gales es una buceadora experimentada. Por lo que ello le brinda un anonimato inusual que pocas veces puede disfrutar. Esto debido al tipo de indumentaria y vestimenta que se debe usar para practicar esta actividad acuática, ya que ello hace que su rostro sea difícil de reconocer.
Sin embargo, el gusto de Kate por el buceo no es casual. Desde sus días como estudiante universitaria, la princesa ha demostrado interés por los deportes al aire libre y las actividades acuáticas. De hecho, en 2015, se reveló que había obtenido su certificación como buzo avanzado a través de la prestigiosa organización PADI (Asociación Profesional de Instructores de Buceo). Este nivel le permite sumergirse hasta 30 metros de profundidad, abriendo un abanico de posibilidades para explorar arrecifes de coral y pecios históricos.
Por otro lado, Kate ha sido vista practicando su hobby en varias ocasiones, especialmente durante sus vacaciones familiares en Mustique, una isla privada en el Caribe conocida por su exclusividad. Allí, acompañada por el príncipe William y sus hijos, disfruta de las aguas cristalinas mientras pasa prácticamente desapercibida. El equipo de buceo es su mejor disfraz: con máscara, aletas y traje de neopreno, pocas personas podrían identificar a una de las figuras más fotografiadas del mundo.
Además, se dice que en sus viajes a las Islas Malvinas y la costa de Cornualles, la princesa ha aprovechado para explorar los paisajes submarinos del Reino Unido. Mientras que William también comparte esta pasión con su esposa. De hecho, ambos son miembros honorarios de la Sociedad Británica de Submarinismo, un reconocimiento que subraya su interés en la conservación marina y su compromiso con la naturaleza.
Sin embargo, para Kate Middleton el buceo no es solo un pasatiempo, sino una forma de escapar del ajetreo real y reconectar con lo esencial. Le permite sumergirse en un mundo donde las preocupaciones y las cámaras quedan en la superficie, dándole momentos de tranquilidad y normalidad en un estilo de vida que suele ser todo menos ordinario.
Por último, este curioso hobby revela un lado más humano y auténtico de la princesa de Gales, recordándonos que, incluso bajo la corona, la princesa sigue encontrando formas de ser ella misma sin preocuparse por el protocolo real.
