¿Quiénes viven en el palacio de Kensington? ¿Por qué algunos royals lo han detestado? ¿Pueden ocuparlo gratis o tienen que pagar alquiler...? ¡Su historia está llena de chismes y de divertidas anécdotas!
La princesa Diana lo veía como ?una cárcel? y lo llamaba simplemente KP (Kensington Palace). Pero hoy día, este palacio, convertido en el condominio de los royals, es mucho más que dos iniciales. ¡Su historia está llena de chismes y divertidas anécdotas! Todos saben que Diana detestaba ese lugar porque allí vivió con sus dos hijos pequeños, William y Harry, cuando se divorció del príncipe Carlos y lo pasó muy mal. La princesa decía que la vigilaban sus vecinos desde los visillos de los otros apartamentos. ¿Quiénes eran ellos? Viejos parientes reales, como la princesa Margarita o la superchismosa princesa Marie- Christine de Kent. ¡Todos querían saber lo más mínimo sobre su vida y eran como un horrible ejército de espías!
La princesa Diana no se lograba librar de las malas lenguas, porque cuando llegaba tarde de sus salidas ?o llevaba un acompañante a su apartamento?, para escapar de las cámaras de seguridad usaba un callejón oscuro. Lo malo es que al pasar en su auto, la tapa de una vieja alcantarilla que estaba suelta sonaba como si fuera una campana y todos se enteraban de la hora en que Diana regresaba a su casa. Muchos años antes, en el siglo XIX, la reina Victoria también lo detestó, porque allí nació y vivió hasta que la hicieron reina (en contra de su voluntad, pues no fue criada para ello, ya que heredó el trono de un tío sin hijos). Pero aun así, el antiguo palacio de Kensington (que puede visitarse, lo que aconsejo a todos, pues es interesantísimo) sigue siendo el lugar por el que se pelean todos los royals . Peleas a veces muy escandalosas, pues durante años era donde los miembros de la familia real podían vivir gratis, como cortesía de la reina Isabel II y de los impuestos pagados a la Corona por los ciudadanos.
Y si pudiéramos ver por el hueco de la cerradura lo que ha pasado en ese antiguo palacio, nos quedaríamos asombrados y divertidos, ya que muchos lo han comparado, despectivamente, con ?una casa de vecindad? o ?una cuartería? por las muy conocidas, y a veces indecorosas, idas y venidas de sus aristocráticos habitantes. ¡Sobre todo por las infidelidades que se dice ocurrieron allí desde el siglo XVII! Al morir la princesa Diana y la princesa Margarita (que vivía en el enorme apartamento de cuatro plantas que ahora ha sido remodelado para los duques de Cambridge William y Kate y sus hijos George y Charlotte), la reina se vio obligada a comenzar a cobrar alquiler a su parentela, y eso trajo problemas en el condominio de los royals. Los duques de Kent, especialmente Marie-Christine (la princesa pushy o ?trepadora? como la llaman, pues es una persona muy poco querida en Inglaterra), se indignó y ventiló en público su enojo. ¡Fue algo penoso que enfureció a la reina Isabel II! Los duques de Gloucester, sin embargo (todos son primos hermanos de la soberana), se quedaron en su apartamento, pagaron lo que se les asignó y no dijeron ni pío; pero durante unos meses el palacio de Kensington fue motivo de escándalo. Ahora los más jóvenes, incluyendo al príncipe Harry y a la princesa Beatrice de York, han comenzado a pagar el alquiler por sus espacios en el viejo palacio. Este alquiler, según la Corona, equivale al market rate (precio de mercado), o sea, lo mismo que pagarían en un apartamento de ese estilo en Londres. Esto, por supuesto, nadie lo cree, porque ¿cuánto podría ser el precio de un apartamento enorme en un palacio, rodeado de obras de arte, maravillosos jardines y con servicio de electricidad, teléfono y la mayor seguridad del mundo las 24 horas? Más de 30 mil dólares mensuales, calculó un experto, lo que ni Harry ni Beatrice pueden pagar. ¡Y se especula que probablemente la reina los pague de su dinero personal!
A Beatrice, de 28 años (después de mucho rogarle a su abuela y con la ayuda de su padre, el príncipe Andrés), le han concedido la llamada Ivy Cottage, una casita de tres dormitorios, que hasta hace poco era la del administrador del palacio, quien se ha retirado. La chica ha mandado a redecorarla de arriba abajo; antes compartía un apartamento de cuatro dormitorios con su hermana Eugenia en el palacio de St. James (donde también tiene una habitación su padre), que está junto a Clarence House, la casa de Carlos y Camilla, pero ha decidido mudarse sola, precisamente cuando ha roto su compromiso amoroso con Dave Clark. También se rumora que Eugenia se va a ir a vivir pronto con Jack Brooksbank, su novio desde hace cuatro años.
Lo más gracioso es que la reina Isabel, deseosa de que sus primos Kent y Gloucester se muden, les ha ofrecido un ?paquete de retiro? por sus años de servicio a la Corona, ¡pero ninguno lo ha aceptado y siguen en sus apartamentos decorados al estilo de los siglos XVIII y XIX! El fallecido duque de Windsor los detestaba y decía que eran ?polvorientos, tristes, un verdadero horror; que estar ahí era como vivir con una tía vieja y sin dientes?. ¿Se imaginan? Pero nada de esto, sin embargo, le im- portó durante años a la princesa Margarita, quien daba unas fiestas escandalosas en su apartamento, con una música tan alta, que volvía locos a sus aristocráticos primos, los que no se atrevían a protestar, ?porque Margarita podía hacer lo que quería, pues la reina la adoraba?. Al final de su vida, la bella princesa sufrió mucho por amor y llevaba una existencia de gran soledad.
Es curioso que fuera Camilla, duquesa de Cornwall, su madrastra, quien hizo que William decidiera ?volver a casa, y a los buenos recuerdos de nuestra vida en KP junto a mi madre?. William y Harry vivían con Carlos y Camilla en la mansión Clarence House, hasta que ella un día les pidió a los príncipes que se mudaran al otro lado del jardín, al palacio de St. James, ?porque no tenemos espacio?.
El palacio de St. James, construido por el rey Enrique VIII en 1531, y en el que vivió Ana Bolena, es superantiguo y feísimo, y ambos jóvenes lo rechazaron por su ?ambiente triste, húmedo y oscuro?. ¡De pronto se encontraron con que no tenían dónde vivir! Al casarse William con Kate se independizó, pero Harry se quedó en Clarence House ?como un huésped no muy deseado?, hasta que logró volver a KP y vivir en su propio apartamento.
Los hermanos no tuvieron que hospedarse en los grandes apartamento 8 y 9, donde vivieron con Diana cuando eran niños, pues han sido convertidos en habitaciones para la seguridad y oficinas oficia- les. ?Nadie quería vivir allí, pues pensaban que podía haber fantasmas al haber muerto la princesa Diana de forma tan violenta?, comentó un empleado del palacio cuando lo estaban arreglando.
Otros habitantes actuales del palacio ?más de 50? son funcionarios importantes de la Corona, como militares y ex mayordomos y secretarios privados de la reina, quienes pagan cantidades moderadas por sus pequeños apartamentos. Originalmente, Kensington Palace, una mansión jacobina del siglo XVII, fue comprado en 1689 por el rey William III. La mansión fue escogida por su situación y sus jardines ?ya que la zona de Kensing- ton en el siglo XVII no estaba poblada? y como William III sufría de asma crónica, vivir en el campo, con aire puro, era lo que su salud necesitaba. Hoy día el barrio de Kensington es uno de los más trendy de Londres, y el palacio está en medio de una zona llena de casas, tiendas y mercados. Sus jardines se unen a los del parque público de Hyde Park, y la renovación más reciente, que incluye la casa-apartamento de cuatro pisos de William y Kate, en el que fue apartamento de la princesa Margarita, costó 9 millones de dólares.
FOTOGALERÍA: Los habitantes del “condominio” real