El príncipe Harry enfrenta una de sus semanas más desafiantes tras la publicación de su nueva postal navideña, en un contexto marcado por el distanciamiento con la Familia Real y una creciente crítica hacia sus proyectos. Esta tarjeta, que incluye una imagen de sus hijos Archie y Lilibet, fue recibida con entusiasmo por muchos de sus seguidores. Sin embargo, también desató teorías conspirativas en redes sociales, sumando tensión a un período ya complicado para los Sussex.
Mientras Harry y Meghan Markle planean pasar una Navidad tranquila en Montecito, California, junto a sus hijos, al otro lado del Atlántico, la Familia Real se prepara para una celebración multitudinaria en Sandringham. Unos 45 miembros de la realeza británica se reunirán para las festividades, dejando al duque completamente al margen. Además, el príncipe también se perderá el tradicional almuerzo previo a la Navidad en el Palacio de Buckingham, un evento en el que su ausencia será notoria.
El distanciamiento entre los duques y los Windsor se ha exacerbado en los últimos años, en parte, por sus declaraciones públicas. Desde su salida de la vida real en 2020, los Sussex han lanzado críticas contundentes contra miembros clave de la monarquía en entrevistas, documentales y el libro Spare. Estas acciones han tensado las relaciones, especialmente con el príncipe William y el rey Carlos III, quienes han cortado prácticamente todo contacto con la pareja.
Los fracasos del príncipe Harry y Meghan Markle
A estas dificultades familiares se suman los recientes fracasos profesionales de la pareja. Su última producción de Netflix, el documental Polo, ha sido duramente criticada por medios como The Telegraph y The Guardian, que calificaron la serie como “tediosa” y “destinada al olvido”. Incluso The Cut, una revista que solía apoyar a Meghan, publicó una reseña mordaz, señalando los repetidos fracasos de sus intentos por establecerse como figuras influyentes en Estados Unidos.
Además, expertos como el fotógrafo real Arthur Edwards han cuestionado las motivaciones de Harry, sugiriendo que sus críticas públicas a la Familia Real están impulsadas por intereses económicos. Según Edwards, las duras palabras del príncipe hacia figuras como Camilla y Kate Middleton han hecho que cualquier reconciliación sea prácticamente imposible.
Tambiémn, a ello hay que agregar los rumores de divorcio que rondan entre ellos desde hce varios meses ya que, desde agosto, no se han dejado ver juntos en público ya que a los compromisos a los que asisten lo hacen por separado.
En medio de este complejo panorama, Harry enfrenta no solo la distancia física de su familia, sino también un abismo emocional que parece ampliarse con cada paso que da. Su elección de permanecer en Montecito durante la Navidad refleja un momento de introspección, pero también evidencia las tensiones que continúan definiendo su relación con la monarquía y con el público.