El accidente de tráfico en que se vio involucrado el pasado jueves el marido de Isabel II se saldó afortunadamente sin heridos graves que lamentar. Aunque las dos mujeres que viajaban en el vehículo contra el que chocó el duque de Edimburgo fueron trasladadas al hospital con lesiones leves -una muñeca rota en el caso de la persona que se encontraba en el asiento delantero y varios cortes en el de la conductora-, ambas recibieron el alta ese mismo día y el bebé que las acompañaba salió ileso. Sin embargo, una de las implicadas en la colisión, Emma Fairweather, concedió en las últimas horas varias entrevistas en las que lamenta el poco tacto del duque de Edimburgo a la hora de lidiar con la situación y su aparente falta de interés en asumir su responsabilidad. Su enfado no ha hecho más que empeorar tras descubrir este fin de semana una serie de imágenes del príncipe Felipe de nuevo al volante dos días después de lo ocurrido, en las que además se aprecia claramente que no llevaba puesto el cinturón de conducir. La policía ya se ha pronunciado al respecto anunciado que se había puesto en contacto con la persona correspondiente -en este caso el royal de 97 años- como acostumbra a hacer tras recibir información de una falta de esas características. En el sentido más práctico, Emma -que viajaba como copiloto- asegura no saber cómo proceder de ahora en adelante al no habérsele pedido que preste declaración a la policía ni haber sido sometida a un examen médico completo. “Necesito que alguien se hago cargo de mis dudas médicas, estoy muy preocupada. No he prestado declaración a la policía. Y no sé si es cierto, pero algunas personas me han dicho que los miembros de la familia real no están obligados a tener seguro y que por tanto podría haber resultado herida en un accidente causado por un conductor sin seguro y no sé qué hacer”, reveló a su paso por el programa This Morning de la cadena ITV, donde ha insistido en que no espera que el duque admita ningún tipo de responsabilidad, sino solo que se haga cargo de lo duro que está resultando toda esa incertidumbre para ella. Respecto a la reacción de la monarquía, Emma sostiene que el mensaje de apoyo que el palacio de Buckingham aseguró haber enviado tanto a la pasajera como a la conductora no fue tal: “El mensaje que nos hizo llegar ni siquiera tenía sentido. Decía: ‘A la reina y al duque de Edimburgo les gustaría ser recordados por ustedes”. Ni siquiera es una disculpa o una expresión de sus mejores deseos”, afirmó en conversación con The Mirror. La intención de la mujer de acudir a los medios para desahogar su frustración ha llegado a oídos de la casa real y Mary Morrison, una de las damas de compañía de la reina, ya se ha puesto en contacto con ella para suavizar las tensiones, aunque por el momento no han tenido la oportunidad de hablar directamente. “Me dejó un mensaje de voz un par de horas antes de que trascendieran mis entrevistas con los periódicos”, confirmó Emma. “Me decía que la reina me enviaba sus mejores deseos y que le gustaría llamarme otra vez, pero que esta tarde estaría ocupada”.