Al margen de la atención inevitable que recibió durante el enlace de su hija el pasado mayo, la madre de la duquesa de Sussex ha adoptado en todo momento un perfil muy discreto que contrasta notablemente con el comportamiento que han desplegado el resto de sus familiares, en especial su padre, Thomas Markle, quien no ha dudado en ofrecer controvertidas entrevistas que han empañado los primeros meses de casados de la pareja. Desde que Meghan entrara a formar oficialmente parte de la monarquía británica, Doria ha realizado varias visitas a Inglaterra que habían pasado por completo desapercibidas. Durante su estancia en el país, la trabajadora social y profesora de yoga se habría alojado en la vivienda de los Cotswolds, donde el príncipe Harry y su flamante esposa residen oficialmente desde este verano. Para evitar convertirse en el centro de las miradas y perturbar la vida del pueblo cercano con la presencia de los paparazzi, Doria habría optado por volar en helicóptero hasta la propiedad, como acostumbran a hacer a menudo Meghan y su marido. “Sus viajes han sido un asunto privado. Doria se ha encargado de apoyar a Meghan a lo largo de todo este calvario con Thomas”, aseguró una fuente al periódico Daily Mail. Por su parte, Meghan también tuvo la oportunidad de visitar durante unos días a su madre en Los Ángeles este verano, poco después de que Thomas Markle ofreciera una de sus exclusivas más polémicas hasta la fecha en la que aseguraba que su hija lo había “eliminado de su vida” y afirmaba que la duquesa era claramente infeliz en su nuevo papel institucional.
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