La reina Margarita es inteligente y muy popular. Se siente apoyada por el príncipe consorte Henrik, la persona más importante de mi vida
En el siglo XXI, tres matrimonios con sus respectivos descendientes conforman la familia real de Dinamarca, una de las monarquías más antiguas del mundo, con una línea real continua de 50 reyes y dos reinas, un récord mundial que data de hace más de mil años.
La reina Margarita II, de 73 años de edad, y su esposo, el príncipe consorte Henrik, de 79, siguen muy activos, siempre con una sonrisa contagiosa y con deseos de festejar y de asistir a todos los eventos que implica su dignidad. Pero, sobre todo, han logrado mantener a la familia unida. Así lo han demostrado tanto en los actos públicos como en las reuniones íntimas en que han participado, como las del verano pasado en el palacio Grasten, un lugar donde ya es tradición pasar sus vacaciones. Ahí se tomaron la foto oficial, y aunque estaban rodeados de fotógrafos, se mostraron como la familia que son: abuelos que miman a sus nietos; suegros que se llevan bien con sus nueras; tíos, sobrinos y primos que hacen de las suyas, pues los niños son los protagonistas indiscutibles en esos días.
Esta monarquía se ha caracterizado por su capacidad de adaptarse a los cambios sociales, políticos y tecnológicos. Este año, los miembros de la realeza dieron a conocer dos hechos muy importantes, que sorprendieron a los daneses. Primero hicieron pública una aplicación real para smartphones y tablets, que permitió seguir en tiempo real el crucero de verano de la reina Margarita II y el príncipe Henrik a bordo del yate Dannebrog por la costa de Dinamarca. El pueblo pudo verlos a través de la aplicación, además de hacerlo por los canales de TV habituales, por Facebook y por la página web oficial de la familia real. El segundo acontecimiento fue la promoción del sector vinícola; el vino danés se convirtió en la bebida oficial de un acto presidido por la reina Margarita, la Gala Opening Aarhus, en el marco del Festival Internacional Cultural de Dinamarca.
Si bien es cierto que el pueblo danés admira y respeta a su reina y al príncipe consorte, y les alegra verlos tan ágiles en los eventos públicos, los ojos, no solo de los daneses, sino del mundo entero, están puestos en el príncipe heredero Federico y su esposa, la princesa Mary. Guapos, carismáticos y muy enamorados, se han sabido ganar el corazón de los daneses y son muy populares. Este año la pareja tuvo que separarse en muchas ocasiones para cumplir con sus respectivas obligaciones oficiales. Sin embargo, siempre apartaron un espacio en sus cargadas agendas para reunirse con sus cuatro hijos: los príncipes Christian, Isabella y los mellizos Vicente y Josefina. Así lo hicieron para disfrutar unas vacaciones de invierno en la estación de esquí de Verbier, en Suiza. También estuvieron juntos cuando festejaron el octavo cumpleaños de su primogénito, Christian de Dinamarca, con 21 cañonazos, y cuando acompañaron a Isabella en el primer día de clases en una escuela pública al norte de Copenhague, adonde también asiste su hermano mayor. Ellos son los primeros herederos de la casa real danesa que van a una escuela pública y sus padres se sienten muy orgullosos de que lo hagan.
FOTOGALERÍA: LA FAMILIA REAL DE DINAMARCA
Otro suceso que los unió muchisimo como familia fue cuando Federico completó en Copenhague su primer Ironman, una modalidad extrema de triatlón, que consiste en natación, ciclismo y una carrera.
“El príncipe de hierro”, así bautizaron los medios de comunicación al heredero del trono, quien tardó 10 horas y 45 minutos en hacer el recorrido. “Fue fantástico. Para mí significó mucho que mi familia y mis amigos me animaran. Pero el apoyo tan grande que me dio la gente de Copenhague y el resto de los daneses fue algo maravilloso”, expresó el primogénito de la reina Margarita II, quien tiene 45 años de edad.
Antes mencionamos que este matrimonio tiene prácticamente agendas separadas. De hecho, de todos los herederos de Europa, podría decirse que Federico y Mary son los que trabajan menos juntos; pero el pasado septiembre apartaron un día para presidir el lanzamiento de un nuevo proyecto de la fundación que lleva el nombre de la princesa Mary en las instalaciones del club Basvaerd, al norte de Copenhague.
Esa iniciativa busca reforzar el desarrollo de los niños en los clubes de fútbol. Para demostrar su compromiso con la misma, los príncipes de Dinamarca mostraron su faceta deportiva lanzándose a la cancha para participar en varias actividades... siempre tomados de la mano.
En cuanto al segundo hijo de la reina y el príncipe Henrik, y hermano de Federico, el príncipe Joaquín, de 44 años, comenzó el 2013 con unas vacaciones invernales en Suiza junto a su esposa Marie Cavallier y sus cuatro hijos: los príncipes Félix y Nicolás, fruto del primer matrimonio de Joaquín con su exesposa Alexandra Manley, y los dos más pequeños, que ha tenido con Marie: el príncipe Henrik, de 4 años de edad, y la princesa Athena, de casi 2 años. Al igual que todos los miembros de la familia real de Dinamarca, Joaquín es muy enérgico en sus responsabilidades reales, a las que va orgulloso del brazo de su esposa. La popularidad de Marie ha ido en aumento y a menudo la comparan con Mary, por su parecido físico y por el nombre. La diferencia entre ambas es que, según algunos daneses, Marie es más espontánea y alegre que Mary. Aún recordamos la simpática frase de Marie de que ser princesa no es un cuento de hadas.
“Mi marido no era una rana cuando lo besé por primera vez. Hoy día las princesas trabajan y son más independientes en sus decisiones. Tienen una gran responsabilidad al representar a la casa real. Queremos ayudar donde podemos y mejorar nuestro país. Es algo que hago con gusto, pero la vida como princesa es decididamente distinta a la de los cuentos”, aseguró esta chica de dulce sonrisa, que supo conquistar el corazón de un príncipe.
FOTOGALERÍA: LA FAMILIA REAL DE DINAMARCA