El príncipe William entiende su responsabilidad como monarca y siempre apoya las causas que le interesan, como el medio ambiente y las personas sin hogar, pero también sabe cuándo detenerse para descansar y pasar tiempo con su familia. Algo muy distinto a lo que hacía su padre, el rey Carlos III de Inglaterra, durante su infancia.
Cuando eran niños, tanto William como su hermano Harry debían buscar la atención de su padre, que siempre estaba inmerso en su trabajo. Por ello, los pequeños príncipes casi siempre eran visto súnicamente con su madre. En alguna ocasión, William incluso comentó que para darle las buenas noches, debían atravesar montañas y montañas de papeles y documentos para llegar a él.
Esto cambió ligeramente luego de la muerte de la princesa Diana en agosto de 1997, pues el ahora rey de Inglaterra empezó a poner más atención a sus hijos. Se les podía ver paseando por el campo, yendo de pesca y en eventos oficiales de la familia real.
Sin embargo, el príncipe William ha decidido estar ahí para los tres hijos que comparte con Kate Middleton – George, Charlotte y Louis - desde el principio. Pasa tiempo con ellos los fines de semana, los acompaña en sus primeros días de escuela, asiste a sus eventos infantiles y juega con ellos.
Durante días de trabajo, los lleva también de viaje y a actos que pudieran ser de su interés. En días pasados, incluso llevó al pequeño George a un partido de cricket, donde se les pudo ver comiendo pizza, platicando y divirtiéndose juntos.
Junto con su esposa, la princesa Kate, William ha aprendido la forma de ser un padre presente y divertido, creando un hogar donde sus hijos puedan ser felices. Algo muy similar a lo que hacía la princesa Diana cuando él era pequeño.