Al pasar de los años, la Navidad se ha convertido en una de las festividades más esperadas por los miembros de la Familia Real británica, quienes desde finales de noviembre comienzan a prepararse para recibir la fecha.
Religiosamente, cada año los royals reciben el mes de diciembre con una lujosa decoración, la cual se coloca en el Castillo de Windsor y en otros de sus palacios. Regularmente, este tipo de ornamentos se encuentra protagonizado por un gran árbol, el cual se decora de acuerdo a la tradición alemana.
La tradición de colocar árboles iluminados en el palacio se remonta a finales de siglo XVIII, cuando la reina Charlotte, esposa del rey Jorge III, introdujo por primera vez en Gran Bretaña la costumbre de origen alemán, colocando un árbol decorado con cirios de cera y guirnaldas en una de las habitaciones más grandes del palacio para que todos pudieran festejar alrededor de él.
Más tarde, la tradición fue retomada por la reina Victoria, su nieta, y más tarde, en 1840 por el príncipe Alberto, su esposo, quien importó ejemplares de abeto de Coburgo, su ciudad natal, para continuar con la tradición.
Hasta el día de hoy persiste el tradicional hábito, gracias a que figuras como Isabel II y el rey Carlos III no han dejado morir el espléndido ritual.
¿Por qué se dice que la reina Victoria popularizó la tradición del árbol de Navidad?
A pesar de que ella no fue la precursora de la tradición, se dice que la reina Victoria siempre será un icono de la Navidad para sus descendientes, debido a que ella, junto con su marido Alberto, fueron quienes se encargaron de hacer popular la colocación de árboles en los palacios.
De acuerdo con la revista People, fue a partir de 1848 que se hizo pública la emotiva tradición, después de que se hiciera público un grabado de la familia de la reina Victoria celebrando alrededor de un árbol de hoja de perenne decorado con velas y adornos colgantes.
Dicha imagen fue publicada en el Illustrated London News ese año, poniéndo de moda este tipo de tradiciones entre el resto de las familias británicas, las cuales comenzaron a colocar árboles en el interior de sus casas.
Según la BBC, a partir de ese momento, la Familia Real practicó esta tradición todos los años, llevando el árbol al Castillo de Windsor en Nochebuena. La familia real también intercambiaban regalos esa noche, según el Royal Collection Trust .