Este 2024 se celebran dos décadas de haberse llevado a cabo el enlace nupcial entre el entonces príncipe heredero Felipe de Borbón y la periodista Letizia Ortiz Rocasolano, una pareja que nunca ha dejado de dar de qué hablar, pero que ahora parece estar en uno de sus mejores momentos.
Las emblemáticas nupcias se llevaron a cabo en la catedral de la Almudena de Madrid el 22 de mayo de 2004, ante la presencia de más de 1200 invitados, entre quienes se encontraban representantes de doce casas reales reinantes e importantes miembros de la aristocracia española, todos ellos pudiendo ser testigos del esplendoroso vestido de la novia, el cual estuvo confeccionado por el reconocido modisto Manuel Pertegaz.
Los detalles del vestido de novia de Letizia Ortiz
Como ya es costumbre entre las representantes de la realeza europea, el vestido de Doña Letizia asemejó a un diseño salido de un cuento de hadas, estando elaborado a partir de seda valenciana, de la casa Rafael Catalá y tupido de bordados en hilo de plata de Tarrasa.
Además, el histórico modelo contó con un corte sobrio y sofisticado, complementado con un par de mangas largas simétricas, un escote pronunciado en V y un peculiar cuello levantado tipo escarola majestuosa, elementos que en conjunto fueron alabados por muchos y criticados por otros.
Como dato adicional, cabe mencionar que el bello vestido de novia de Letizia fue complementado a la perfección con un par de zapatillas de Manolo Blahnik, las cuales contaron con una acabado de la misma tela.
¿Qué pasó con el vestido de Letizia después de su boda con Felipe de Borbón?
Después de que el diseño nupcial cumpliera con el cometido de hacer brillar a quien ese día se convirtió en princesa de Asturias, fue guardado y adecuado para su conservación, para posteriormente ser exhibido en el Palacio Real de Aranjuez, recinto donde el modelo se encuentra desde 2005.
Todo aquel que visita dicha locación puede tener el privilegio de observar el vestido de novia de la reina Letizia expuesto en una vitrina que permite verlo en todo su esplendor, al lado de los diseños nupciales que vistieron a la reina Sofía y sus dos hijas, a la infanta Elena y Cristina en sus respectivas bodas.
De esta manera el recuerdo de Ortiz Rocasolano vestida de novia ha quedado inmortalizado para siempre, gracias a que la memoria colectiva puede evocar su recuerdo no solo por medio de las fotos del enlace, sino también a través de su exposición en vivo.