Los nombres de Máxima Zorreguieta y Amalia de Orange han vuelto a ser tendencia tras la visita de Estado de los reyes de España, Felipe VI y Letizia Ortiz, a Holanda, la cual tuvo lugar los pasados días 17 y 18 de abril e hizo voltear a la prensa internacional hacia Ámsterdam, localidad que vio crecer a todas las descendientes del rey Guillermo Alejandro.
Máxima y Guillermo Alejandro de Holanda se convirtieron por primera vez en padres en el año 2003, cuando la argentina dio a luz a la futura reina de los Países Bajos Amalia. Posteriormente, volvieron a tener la dicha de compartir la crianza con la llegada de sus dos hijas menores: las princesas Alexia y Ariane, de 18 y 17 años de edad, respectivamente.
Y, si bien, la relación de Máxima con todas sus hijas es excelente, su vínculo con su primogénita es el que ha llamado más la atención de la prensa internacional, ya que en todas sus apariciones suelen demostrar una actitud recíproca de complicidad.
La cercana relación de Máxima de Holanda y la princesa Amalia
Tal y como lo ha asegurado la autora y experta en realeza Carmen Ro, la relación madre e hija que mantienen la monarca consorte de Holanda y su hija mayor es una de las más “genuinas y cercanas” en el ámbito de los royals.
Dicho planteamiento quedaría comprobado con las fotografías que han sido obtenidas por paparazzis, en las que se observa a Máxima y a Amalia teniendo largas sesiones de compras y paseo por las calles de Madrid, ciudad española donde se sospecha que vive actualmente la heredera.
Igualmente, la excelente dinámica madre e hija que mantienen las royals neerlandesas ha sido observada en los diversos actos oficiales de la Casa Orange-Nassau, como los diversos “Prinsjesdag”, a los que han asistido como familia.
Los temores de Máxima de Holanda sobre el futuro de su hija Amalia
De acuerdo con una entrevista dada por la reina Máxima a la cadena de noticias CNN en marzo de 2024, la consorte busca trasladar el concepto de la monarquía a todas sus hijas, especialmente a Amalia. Zorreguieta expresó que en pleno Siglo XXI busca predicar a sus hijas su propio ejemplo.
“Ella puede ver que yo he trabajado siempre. Hay que modernizar, estar unidos y ella misma tiene que ser ella misma. De esa forma lo va a poder hacer bien”, comentó Máxima respecto a su primogénita.
Sin embargo, en la misma entrevista, Máxima expresó cierta preocupación por la incertidumbre que le provoca el desconocimiento de las decisiones que puede llegar a tomar su hija Amalia de Orange en un futuro, las cuales aún no son claras.