Mientras la casa real británica se enfrenta a una de las peores crisis, Camilla Parker se ha convertido en la cara principal de la monarquía, estando al frente de la institución y asistiendo a los mayores actos y eventos posibles. Algo que en años anteriores nadie habría siquiera pensado.
Las ausencias de Kate Middleton y de Carlos III la han obligado a ser la representante de los Windsor, lo que le ha traído también importantes niveles de popularidad, pues según estudios recientes, el 50% de los encuestados tiene una opinión positiva sobre la reina Camilla. Mientras que su percepción negativa ha bajado, del 44% de 2019 al 39%, actual.
Además, hay que destacar su gran capacidad para enfrentar este momento en donde son muy pocos los miembros efectivos que la ayudan a sostener la agenda institucional. Detrás de ella están la princesa Ana y los duques de Edimburgo, quienes han tratado de cubrir en conjunto todas las actividades públicas posibles.
La reina Camilla, la máxima figura femenina de la monarquía británica
También, vale la pena resaltar que ahora es Camilla la máxima figura femenina de la corona inglesa, pues la princesa de Gales -la mujer más popular de la realeza británica- ha brillado por su ausencia mediática desde que se sometió a una cirugía abdominal en enero pasado.
Antes de eso, era la esposa de William la que siembre daba de qué hablar por su calidez, look o estilo. Pero ahora es la mujer del rey Carlos la que no solo acapara titulares, sino que además ha logrado apagar, de alguna forma, los rumores sobre la salud de Kate Middleton al convertirse en el centro de atención.
Es por ello que podemos ver también en Camilla Parker un apagafuegos ante la complicada situación que vive la realeza británica.
Por otro lado, una de las pruebas más fehacientes de que la reina consorte de Inglaterra es quien comanda se ha dado esta semana, pues además de ser la anfitriona en el homenaje a Constantino de Grecia el martes, tuvo un acto en Buckingham el miércoles, y un encuentro con Olena Zelenska en Clarence House ayer jueves.
Así que, viendo todo ello, podemos concluir que ha dejado de ser la villana de la historia para convertirse en la reina salvadora de los británicos, quienes parece que han comenzado a aceptarla porque han visto que siempre ha estado al servicio de la corona. Algo que los duques de Sussex, Harry y Meghan, han dejado de hacer desde hace años.