Gracias a unos documentos que recién salieron a la luz hemos podido conocer cuáles eran algunos de los hábitos que tenía la difunta reina Isabel II durante sus vuelos. Ha sido una azafata la que recolectó estos recuerdos y que ahora se han puesto a la venta al mejor postor.
Estos papeles pertenecieron a Elizabeth Evans, quién llegó a trabajar en la British Airways (BA), y fue su sobrina, Jo Smallwood, la que los sacó del baúl de los recuerdos para que fuesen subastados mediante una puja organizada del 15 al 20 de agosto por Hansons Auctioneers.
¿Cuáles eran los hábitos de la reina Isabel II en sus viajes?
Así pues, estos documentos y recuerdos de Evans revelaron que a Isabel le gustaba tener un tazón de caramelos de menta Velamints a la mano durante el despeje así como en su vestidor, además de beber un martini antes de que llegaran los invitados.
También parece ser que a la fallecida monarca le gustaba seguir el mapa de ruta mientras viajaba y, por si fuera poco, llevaba sus propias almohadas a bordo, de acuerdo con lo que se relataba en esos papeles de la azafata.
Por otra parte, esta mujer trabajó como tripulante de cabina de la BA durante 28 años a partir de 1970. Durante ese tiempo, tuvo la oportunidad de trabajar en el famoso Concorde, que fue el primer avión comercial supersónico durante la década de los 80 y 90.
Tal era el furor de esta aeronave que muchas celebridades como Rod Stewart, Cliff Richard, Arnold Schwarzenegger y Patrick Swayze llegaron a subirse en este avión, por lo que a Evans le tocó atender a estas y otras figuras de las cuales también tiene recuerdos y objetos autografiados.
Sin embargo, el viaje que más quedó grabado para la sobrecargo fue el que realizó la reina Isabel II junto al príncipe Felipe cuando hicieron su gira por Singapur y Malasia, en 1989, aunque ese viaje no fue específicamente en el Concorde. Peeo los documentos en los que se revelan las peticiones de Isabel II en su viaje sí datan del vuelo del citado año.
Por otra parte, la sobrina de Evans fue quien encontró estos recuerdos de su tía cuando organizaba su sepelio en 2017. Por lo que no conocía nada de ello antes y tras enterarse decidió compartirlo.
“Se casó muy mayor, se mudó a Devon y finalmente a Hermanus, en Sudáfrica. Los objetos se encontraron allí, en su estudio, después de su muerte a los 70 años en 2017. Los encontré cuando viajé a Sudáfrica para organizar el funeral.
“Después de encontrar este tesoro relacionado con la carrera de mi tía y sus experiencias con BA, especialmente los fantásticos viajes en el Concorde y el servicio a la Reina, me entristeció que nada de eso hubiera visto la luz del día”, dijo. “Creo que esta colección es un pequeño pedazo de historia que alguien debería compartir y disfrutar”, recalcó.
Mientras tanto, este documento de vuelo de tres hojas se subastará en un lote de objetos y antigüedades de Hansons Auctioneers, y se estima que su precio ronde entre los 400 y 600 libras esterlinas.
