Aunque de manera oficial no existe información, sí es un secreto a voces queconsortes como Letizia Ortiz y Mary de Dinamarca han tenido que firmar estrictas cláusulas o contratos al momento de casarse con miembros de la realeza.
Estas condiciones, establecidas en capitulaciones matrimoniales, buscan proteger los intereses de las casas reales y asegurar la continuidad de la institución. Por ello es que en esta ocasión hacemos una recopilación de algunas royals qu habrían aceptado este tipo de condiciones.
Letizia Ortiz y Felipe VI
Aunque los detalles específicos de las capitulaciones matrimoniales entre Letizia Ortiz y el entonces príncipe Felipe no son públicos, varios aseguran que la actual reina de España firmó un acuerdo prenupcial antes de su boda en 2004.
Según medios españoles como Vanitatis, doña Letizia tendría una asignacion económica y dos residencias en caso de divorcio. Mientras que la educación y custodia de sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, recaería en Felipe y en la Corona española.
Mary de Dinamarca y el rey Federico X
En el caso de la reina Mary de Dinamarca, se especula que habría firmado en 2006 —dos años después de casarse con el entonces príncipe Federico y estando embarazada de su segundo hijo— unas capitulaciones matrimoniales que incluían cláusulas estrictas y que en nada la beneficiaban.
Entre ellas, se estipulaba que, en caso de divorcio, Mary perdería la custodia de sus hijos y cualquier derecho a una compensación económica. También, en las cláusulas se señalaba que sería la Casa Real danesa la que decidiría en dónde viviría ella en caso de la separación.
Kate Middleton y el príncipe William
Aunque no se han hecho públicos los detalles específicos de las capitulaciones matrimoniales entre Kate Middleton y el príncipe William, se rumora que la princesa de Gales firmó un acuerdo prenupcial antes de su boda en 2011.
El diario alemán‘Bild’ publicó en 2017 que Kate perdería el título de princesa de Gales, que no podría reclamar el patrimonio de su esposo y tampoco obttendría la custodia de sus hijos. Además no tener derecho a vivir en ninguna de las residencias palaciegas.
Máxima de Holanda y el rey Guillermo Alejandro
La ahora reina de los Países Bajos también habría aceptado exigentes reglas antes de su boda con el entonces príncipe Guillermo Alejandro en 2002. Estas incluían que sus hijas estarían custodiadas por su padre y la Casa Real holandesa en caso de divorcio, y que además no tendría derecho a ninguno de los bienes. Aunque sí recibiría 890.000 euros al año.
No obstante, a manera personal, Máxima Zorreguieta tuvo que renunciar a su nacionalidad argentina y se convirtió a la religión que profesa su esposo. Por lo que no cabe duda de los grandes sacrificios que ha tenido que hacer como consorte.
La princes Charlène y Alberto de Mónaco
Por su parte, la princesa Charlène también habría firmado un acuerdo muy peculiar antes de su matrimonio con el príncipe Alberto II en 2011. Según informes de la prensa, debían estar juntos por lo menos cinco años y la sudafricana tendría que darle un hijo heredero.
Por otro lado, este tipo de acuerdos reflejan la necesidad de las monarquías de proteger sus intereses y asegurar la estabilidad institucional. Aunque las cláusulas pueden variar entre las diferentes casas reales, todas comparten el objetivo de salvaguardar la continuidad y el prestigio de la monarquía.