El escándalo que derivó la salud de Kate Middleton en los últimos meses dio la vuelta al mundo entero ya que generó una crisis de credibilidad sin precedentes en la monarquía inglesa; sin embargo, los Windsor no son los únicos royals que se han enfrentado a las polémicas.
De hecho, otras casas reales de Europa también han tenido su momento de crisis, aunque en algunos casos salieron mucho mejor librados que los ingleses, ya que decidieron enfrentar directamente la situación o, en su defecto, acatar las consecuencias que esos escándalos les significaron. Aquí te contamos cuáles son.
El escándalo de la anorexia de Victoria de Suecia
La Casa Real de Suecia ha sido el claro ejemplo de que la transparencia y la honestidad son las mejores herramientas para manejar una crisis. En el caso de esta, fue en 1997 cuando la princesa Victoria tuvo su primera polémica ya que circularon unas fotografías de ella en las que se veía sumamente delgada, lo que detonó rumores y especulaciones.
Sin embargo, lejos de callar lo que sucedía con su salud, la Familia Real decidió hablar con la verdad y expuso los problemas de anorexia que tenía Victoria. Esto hizo que el pueblo sueco se solidarizara con ella y que le dieran tiempo para recuperarse y volver a la vida pública.
La hija ilegítima del rey Alberto II de Bélgica
Por otro lado, en 2005 estalló el escándalo en Bélgica cuando se descubrió que su entonces rey, Alberto II, tuvo una hija ilegítima con Sybille de Selys Longchamps.
Mientras que esta hija llamada Delphine decidió que era momento de alzar la voz y en 2013 solicitó una prueba de ADN al rey para corroborar su parentesco. Esto derivó en un gran pleito legal por años, aunque finalmente se le dio la razón a Delphine, ya que el examen comprobó sus lazos consaguíneos con la Casa Real.
Sin embargo, antes de iniciar este proceso judicial, Alberto II abdicó al trono en favor de su hijo Felipe, por lo que se rumora que tomó esta decisión para anticipar el escándalo que se le venía encima.
El terremoto que causó Mette-Marit en la Familia Real de Noruega
Aunque Mette-Marit de Noruega ya se ha ganado el cariño de su pueblo, las cosas eran muy distintas cuando se conoció su relación con el príncipe Haakon, el heredero al trono de aquel país. No era bien vista ya que era madre soltera, además de que se le llegó a relacionar con las drogas y el alcohol.
Pero para acabar con la crisis, Haakon se comprometió a no darle ni su apellido ni un título nobiliario al hijo de su pareja, lo cual tranquilizó en gran medida a los ciudadanos, quienes ahora están felices porque saben que algún día será la princesa Ingrid la que heredará la corona.