Durante décadas, la monarquía europea mantuvo estrictos protocolos que limitaban la visibilidad pública de las royals embarazadas. Sin embargo, figuras como Kate Middleton y Letizia Ortiz han desafiado estas normas, redefiniendo el papel de la maternidad en la realeza.
¿Por qué las royals no podrían mostrar su barriga de embarazo en público?
Pocos saben que, tiempo atrás, para la realeza mostrar la barriga de embarazo era algo que no se les permitía a las royals. Por lo cual muchas reinas y princesas reducían sus apariciones públicas o utilizaban vestimenta que ocultaba su estado. Un ejemplo de ello fue la misma reina Isabel II, ya que apenas existen registros fotográficos durante sus embarazos.
Según expertos, en aquella época se consideraba inapropiado que una monarca mostrara signos visibles de embarazo, ya que podría cuestionarse su capacidad y liderazgo. Esta ausencia de imágenes refleja el tabú que existía en torno a la maternidad dentro de las monarquías.
Pero ahora, personajes como Kate Middleton, la actual princesa de Gales, han adoptado una postura más moderna durante sus embarazos. En su caso, lejos de ocultar su estado, llegó a participar activamente en eventos públicos, luciendo con elegancia su creciente barriga.
Lo mismo llegó a pasar con la reina Letizia de España. Pues en su caso, en sus dos embarazos, mantuvo una agenda pública activa y no dudó en mostrar su estado con naturalidad. Su estilo, siempre impecable, incorporó prendas que resaltaban su figura maternal sin dejar de lado la sofisticación que la caracteriza.
Otro ejemplo de ello, y quien probablemente haya sentado un precedente, fue la fallecida Lady Di. Fue de las primeras royals que se dejó ver en diversos actos oficiales y eventos estando embarazada. Luciendo atuendos que daban cuenta de su maternidad, la princesa fue una de las que rompió esa anticuada regla de la realeza.
También, a esta lista podemos agregar nombres como el de las reinas Máxima de Holanda y Mary de Dinamarca. Ellas tampoco tuvieron reparo en mostrarse con su pancita de embarazo en más de una ocasión, desafiando antiguos protocolos.
Por otro lado de no acatar este tipo de reglas también envía un mensaje poderoso sobre la normalización y celebración de la maternidad en todas las esferas de la sociedad, incluyendo el de la realeza. Su ejemplo ha sentado un precedente para futuras generaciones de royals, ayudando a modernizar la imagen de la monarquía y empoderando a mujeres en todo el mundo a abrazar su maternidad con orgullo y visibilidad.