Henrik, conde de Monpezat (1934-2018), fue un personaje complejo y controvertido. Su matrimonio con la reina Margarita II de Dinamarca fue una unión de amor y pasión, pero también de diferencias culturales y sociales que a menudo provocaron tensiones.
Dicen que Henrik nunca se sintió plenamente integrado en la familia real danesa, y su frustración se manifestó en una serie de escándalos que sacudieron a la monarquía danesa. Recopilamos los momentos más escandalosos de un príncipe que siempre quiso ser rey:
El príncipe y la carne de perro
Quizá una de las facetas de Henrik que más le atraía a Margarita era su gusto por las letras, Henrik publicó en el año 2000 el libro Cantabile, una recopilación de sus poemas de amor con ilustraciones de la propia reina.
Además de poemas a su esposa, también le dedicó versos a su querida perrita “Evita”. Por eso, cuando en 2006 declaró que uno de sus platos favoritos era la carne de perro, el escándalo fue mayúsculo. “Es como el conejo o la ternera, solo que más seco”, dijo, quien en ese momento era el presidente honorario del Club Danés Dachshund.
Henrik era francés de nacimiento, pero su infancia y primera juventud la pasó en Vietnam, donde, probablemente,su afición por la carne de perro se desarrolló.
Se sentía un “bufón”
La Recepción de Año Nuevo es un evento importante para la Casa Real danesa, al que asiste la clase política y del cuerpo diplomático acreditado en el país, sin embargo el primero de enero de 2002, la reina Margarita estaba enferma de gripe, por lo que su lugar lo tomó el, en ese entonces, príncipe heredero al trono: Federico.
Para Henrik este fue un desaire imperdonable, por lo que indignado se fue a Francia, hasta que la reina Margarita lo convenció de volver. Lo curioso es que cuando conoció a su esposa, él tenía un cargo diplomático, pero nunca logró entender el orden de la línea de sucesión al trono. En esa ocasión, dio en entrevista al medio BT en la que dijo: “Después de 30 años en Dinamarca, el heredero me ha reemplazado. No voy a entrar en ese juego, soy el número dos. Me siento degradado, decepcionado de un modo que destruye mi autoestima”.
Dejó plantada a Margarita
Henrik de Dinamarca protagonizó varios escándalos a lo largo de su vida. También se ausentó de algunos actos oficiales, como la boda del príncipe heredero Guillermo Alejandro y la argentina Máxima Zorreguieta en 2002.
Pero uno de sus “berrinches” más sonados fue el que protagonizó en marzo de 2017, cuando abandonó una cena en el Palacio de Christiansborg en protesta por no haber sido nombrado rey consorte. En ese momento, se “justificó" su ausencia diciendo que Henrik sufría de una terrible gripe, pero, unos días después se le vio vacacionando en Venecia.
Su última voluntad
Hace más de una década, la reina Margarita II quien es amante del arte y del diseño, además de previsora, mandó a hacer un sarcófago con el escultor Bjørn Nørgaard. Un arte-objeto donde ella y su esposo, su amado Henrik, descansarían eternamente.
Sin embargo, una de las últimas voluntades del príncipe consorte fue que fuera incinerado. “No me casé con ella para que me entierren en Roskilde. Como persona, debe saber que, si un hombre y una mujer están casados, deben ser iguales. Mi esposa no me ha mostrado el respeto que una mujer corriente debería tenerle a su marido. Si quiere que me entierren con ella, que me haga rey consorte”, dijo en entrevista para el medio danés Se og Hør.
¿Juntos? ¡Ni difuntos! Henri de Laborde de Monpezat falleció el 13 de febrero de 2018. Cumpliendo con su última voluntad (no la de ser rey, obvio), el príncipe consorte fue incinerado y sus cenizas fueron esparcidas en el mar y en una urna en el castillo de Fredensborg, de Dinamarca.
Todo un personaje de la realeza. Estos son sólo algunos de los escándalos protagonizados por el príncipe consorte Henrik de Dinamarca, los cuales, con seguridad, pusieron a prueba la paciencia y el amor de la reina Margarita II.