La princesa Lilibet Diana Mountbatten-Windsor, hija del príncipe Harry y Meghan Markle, ha sido tema de especulaciones sobre cómo lucirá cuando sea adulta y qué altura podría alcanzar. Basándose en su genética, la inteligencia artificial ofrece estimaciones de cómo podría desarrollarse, tomando en cuenta tanto la estatura de sus padres como factores hereditarios de ambas familias. Estas proyecciones, aunque no precisas, dan una idea de cómo el linaje real y la herencia de Meghan podrían influir en sus características físicas.
Meghan Markle mide aproximadamente 1.68 metros, mientras que el príncipe Harry alcanza los 1.86 metros, por lo que es probable que Lilibet herede una altura intermedia. La inteligencia artificial sugiere que, de combinarse los genes de ambos progenitores, podría situarse entre los 1.70 y 1.75 metros.
Este rango es solo un estimado, ya que la altura exacta depende de múltiples factores, incluyendo la nutrición y el estilo de vida que siga durante su crecimiento.
La genética paterna, en particular, juega un papel importante en esta predicción. La familia real británica tiene una herencia de miembros altos, como el propio príncipe William (1.91 metros) y el fallecido príncipe Felipe (1.83 metros). Este factor genético, en conjunto con el fenotipo de Meghan, puede darle a Lilibet una combinación distintiva que la diferenciará en la familia real.
Por otro lado, el linaje de Meghan es igualmente relevante. Con una ascendencia mixta afroamericana y europea, se espera que Lilibet posea una mezcla única de características físicas. La altura puede estar influida por este amplio bagaje hereditario, ofreciendo un rango de posibilidades dentro de la genética familiar de Meghan. Además, el lado materno le aporta a Lilibet una estructura ósea y rasgos faciales únicos que ya han empezado a llamar la atención.
Otro punto importante a considerar es que, aunque la genética aporta las bases para la altura, existen factores externos que pueden influir, tales como la actividad física y la alimentación. Los hábitos saludables en la niñez y la adolescencia suelen ser determinantes para alcanzar el potencial de crecimiento genético.
Al crecer en California, donde la pareja de Sussex reside actualmente, Lilibet probablemente tendrá acceso a un estilo de vida enfocado en el bienestar y la salud, lo cual puede contribuir a su desarrollo físico.
Aunque la inteligencia artificial hace cálculos con base en estos antecedentes, cada persona tiene una trayectoria de crecimiento única. Por eso, solo el tiempo revelará cómo se desarrollará físicamente la pequeña princesa. Lo que es seguro es que, sin importar su estatura final, Lilibet será una joven que llevará consigo la mezcla cultural de sus padres y un legado real muy especial.