El 29 de abril de 2011, el mundo fue testigo de la boda de Kate Middleton y el príncipe William en la Abadía de Westminster. Millones de personas sintonizaron este evento, ansiosos por ver cada detalle de la ceremonia, especialmente el vestido de novia de Kate.
Este vestido, diseñado por Sarah Burton para la casa de moda Alexander McQueen, no solo capturó la atención por su elegancia, sino también por la historia y simbolismo que encierra.
La historia detrás del vestido de Kate Middleton
Inspirado en el icónico vestido de Grace Kelly en su boda con el príncipe Raniero III de Mónaco en 1956, el vestido de Kate Middleton fusionó tradición y modernidad. Sarah Burton incorporó elementos de la época victoriana, como la cintura ceñida que recuerda a la corsetería de esa era.
El diseño presentaba un escote en forma de corazón, mangas largas y espalda de encaje, y una cola de aproximadamente tres metros de longitud. La parte posterior del vestido destacaba por 58 botones cubiertos de gazar y organza, alineados meticulosamente y sujetos con bucles de rouleau.
Pero uno de los aspectos más destacados del vestido fue el encaje por sus patrones de rosas, cardos, narcisos y tréboles, y el cual fue elaborado a mano por la Real Escuela de Bordado. Incluso, para que nadie conociera el vestido de la princesa de Gales hasta el día de la boda, se dijo a quienes lo confeccionaron que sería utilizado para un drama de televisión
Según se cuenta, para garantizar la pureza del material, los artesanos se lavaban las manos cada 30 minutos durante su confección. El velo, también confeccionado por la misma escuela, complementaba perfectamente el diseño, aportando un toque etéreo al conjunto.
¿Cuánto se gastó por el vestido de novia de Kate Middleton?
El costo del vestido ha sido objeto de especulación. Algunos informes estiman que alcanzó los 278 mil euros y que los padres de Kate, Michael y Carole Middleton, habrían asumido este gasto.
Además, para completar su atuendo nupcial, Kate lució la tiara “Cartier Halo”, una joya prestada por la reina Isabel II. Esta tiara fue adquirida originalmente por el rey Jorge VI en 1936 como un regalo para su esposa, la reina madre. También, Kate llevó unos pendientes de diamantes diseñados por Robinson Pelham, obsequiados por sus padres, que complementaban armoniosamente la tiara y el velo de tul marfil que caía delicadamente sobre su rostro.
Cabe resaltar que el vestido de novia de Kate Middleton no solo fue una obra maestra de la moda, sino también un símbolo de respeto hacia la artesanía británica y la historia real. Cada detalle, desde la elección de los materiales hasta los motivos del encaje, fue cuidadosamente seleccionado para reflejar la identidad y el patrimonio del Reino Unido.
Por ello es que a más de una década de aquella boda real, este vestido sigue siendo una referencia en el mundo de la moda nupcial, inspirando a novias de todo el mundo con su elegancia atemporal y rica historia.