Uno de los autores de ‘Finding Freedom’ da una fecha aproximada en la que el príncipe Harry y Meghan Markle volverán a Inglaterra.
Aunque acaban de comprarse una lujosa mansión en la exclusiva urbanización de Montecito, en Santa Bárbara, California, para echar finalmente raíces en Estados Unidos y criar ahí a su pequeño Archie, los duques de Sussex no ha cortado por completo -ni lo harán- el importante vínculo que los une al Reino Unido, en el que hasta hace muy poco formaban parte de la ‘primera división’ de la institución monárquica.
Según uno de los autores del superventas ‘Finding Freedom’, Omid Scobie, el príncipe Harry y Meghan Markle volverán al país europeo tan pronto como lo permita la pandemia del coronavirus y, en concreto, las medidas que por ahora impiden la llegada de ciudadanos procedentes de Estados Unidos. Su intención, además, es la de hacer visitas regulares al país de origen del nieto de Isabel II.
¿Cuándo planean los duques de Sussex volver al Reino Unido?
Como explicó el citado periodista, la mudanza de la pareja al otro lado del Atlántico no implica en ningún caso el fin de todas esas iniciativas solidarias que promovían en el Reino Unido. Es así que sus viajes transoceánicos no harán otra cosa que intensificarse cuando el mundo -si es que eso ocurre algún día- vuelva a un estado de relativa normalidad y seguridad sanitaria, así que se espera que pronto, los duques de Sussex vuelvan a Reino Unido.
Sigue la labor
“Harry y Meghan lo han dejado muy claro en varias ocasiones. Aunque su base está en Estados Unidos, tan pronto como se levanten las restricciones al tráfico aéreo regresarán al Reino Unido para ocuparse de todos esos compromisos que dejaron pendientes, tanto en el ámbito privado como en el de su trabajo con diversas organizaciones solidarias. Sus patronazgos reales siguen tan vigentes como siempre”, declaró Scobie.
¿Remodelando su nuevo hogar?
Hace varias semanas que los duques de Sussex se mudaron de Los Ángeles a Santa Bárbara para instalarse en una nueva mansión valorada en más de diez millones de dólares sobre la que apenas han trascendido detalles por expreso deseo de la pareja, que espera convertirla en su hogar familiar y en un santuario donde escapar de los paparazzi. Pese a que el príncipe Harry y su esposa Meghan Markle habrían elegido la propiedad precisamente por la privacidad que les ofrecería, parece que todavía no se ajusta por completo a sus gustos y ahora se estarían preparando para hacerle un lavado de cara, al menos en lo que respecta a la decoración interior. La última aparición pública que realizó el hijo menor del príncipe Carlos fue por medio de una videollamada para hablar con varios atletas que participaron en los Juegos Invictus y que han formado un equipo para competir en el evento deportivo para personas con discapacidades ‘At Home Superhero Tri’. Harry charló con ellos desde una de las habitaciones de su nueva casa y, aunque de fondo solo se podía ver un alacena de color blanco, en el trozo de pared que quedaba a la vista al lado de ese mueble había varios cuadrados de distintos colores que parecían muestras de pintura, como las que se usan para decidirse por un tono u otro. 
Polémica desde Reino Unido
Cabe recordar que, antes de instalarse en su primera residencial oficial en Reino Unido, el matrimonio llevó a cabo una extensa reforma en Frogmore Cottage que dio mucho que hablar por las comodidades -excesivas, en opinión de algunos- de las que habrían querido dotar a esa casa de campo situada en el corazón de los terrenos que rodean el castillo de Windsor. Al final, el palacio de Buckingham acabó saliendo al paso para aclarar que las obras no se habían financiado exclusivamente con los impuestos de los contribuyentes, o lo que es lo mismo, el fondo que la reina Isabel II recibe del gobierno británico. Según explicaron entonces, los trabajos estructurales sí se pagaron con dinero de la corona, pero el coste de los muebles, la decoración o las ampliaciones y mejoras que no era “de primera necesidad” salió del bolsillo de los entonces recién casados.
