¿Cuál será el futuro del bisnieto de Isabel II?

El hijo de Harry y Meghan
Si bien, todos sabemos que Harry y Meghan están a la dulce espera de un heredero que, al parecer, no tendrá una posición tan privilegiada en la casa real británica.
Si 1992 fue un año inolvidable para la casa real inglesa, al ser considerado por la reina Isabel II como su Annus horribilis (año terrible), debido a los divorcios de sus hijos y al incendio en un ala del castillo de Windsor, el 2018 le repuso con creces todos los malos momentos: en abril nació el tercer hijo de los duques de Cambridge, Louis; un mes después se casaban Harry y Meghan y justo cinco meses más tarde, la pareja anunció que serán papás; en tanto, en el marco de una gran celebración, el enlace de la princesa Eugenia con Jack Brooksbank. De acuerdo con el diario británico The Telegraph, la mañana del 12 de octubre, previo a la boda de Eugenia; Harry y Meghan sorprendieron al círculo más cercano de la familia real, y al mundo, al compartirles la tan esperada noticia: la duquesa de Sussex tenía 12 semanas de embarazo y será la próxima primavera cuando nazca su primer hijo.
Meghan Markle

Se une a la lista de bebés deseados

En la monarquía, los descendientes juegan un papel crucial, pues garantizan la continuación de la dinastía, y si hablamos de los nacimientos más deseados en la historia contemporánea, sin duda, la llegada de Carlos, príncipe de Gales, ha sido la más importante para la reina Isabel II, al convertirse nada menos que en el heredero directo al trono. El día que vino al mundo el príncipe William, también provocó gran revuelo, y es que se convirtió en la razón de vivir de la princesa Diana de Gales, cuando pasaba por los peores momentos de su vida. Más tarde, Harry llegaría para fortalecerla aún más y ambos serían una luz para la royal, en medio de la tormenta.

Diana de Gales, William, Harry

Quizá ello explica por qué el anuncio del embarazo de la duquesa de Sussex ha tomado tanta relevancia para la familia Windsor, pues asegura que los herederos del primogénito de la monarca británica sean quienes asciendan al trono en un futuro ya no tan lejano.

Un embarazo a contrarreloj

Harry y Meghan tenían muy claro que debían esperar el momento apropiado para ser padres, sin embargo, había un detalle a considerar: la edad de la duquesa (37 años). Y es que mientras más retrasara la maternidad, los riesgos para su salud y la de su bebé aumentarían, ello sin contar las dificultades para concebir, propias de esta etapa de la vida. Por fortuna, y aunque su estado es considerado en Inglaterra como “embarazo geriátrico”, la casa real ha confirmado que todo va viento en popa y que será para la primavera de este año cuando la reina Isabel II y el príncipe Felipe de Edimburgo, reciban a su octavo bisnieto.

Si bien es verdad que no ha sido una constante en la familia Windsor que sus mujeres den a luz en la mediana edad, el caso de Meghan no es una excepción; basta con recordar a la mismísima reina, quien tuvo a su hijo Eduardo a la misma edad que la duquesa, y un hecho similar fue estelarizado por Sofía, la esposa de éste, quien tuvo a sus hijos, Luisa y James, a los 38 y 42 años, respectivamente. No cabe duda que los muy queridos duques de Sussex han encontrado la mejor ocasión, no sólo para ser padres, sino para fortalecer su vida familiar y dejar en claro el amor y la seguridad que Harry encuentra con Meghan; ya en 2015 el príncipe había declarado en entrevista (antes de conocer a su esposa) su deseo de experimentar la paternidad: “Estoy esperando encontrar a la persona adecuada, a alguien quien esté dispuesta a asumir el trabajo de ser madre”, aseveró.
Y como en cada suceso relevante en la vida de Harry y William, está latente el recuerdo de su madre y la oportunidad de hacerla partícipe de su felicidad. El propio duque de Sussex ya adelantaba en el programa Good Morning America, la ilusión que le habría dado a su mamá el verlo convertido en papá: “Estoy seguro de que está deseando que tenga hijos para ser abuela de nuevo”, y al fin, la memoria de la princesa Diana será honrada con la llegada de su cuarto nieto.

SU LUGAR EN LA LÍNEA DE SUCESIÓN

CARLOS DE GALES, el llamado “príncipe paciente” sigue inamovible, como el primero en la lista de espera. • EL HIJO MAYOR DE DIANA DE GALES, William y su esposa Kate, duquesa de Cambridge, son los segundos para aspirar al trono. • A CONTINUACIÓN SUS HIJOS, los príncipes George, Charlotte y Louis, ocupan el tercero, cuarto y quinto sitio respectivamente. • HARRY Y MEGHAN, duques de Sussex, serán los sextos con posibilidades de llegar a ser reyes. • SU HEREDERO, ya sea niño o niña, tendrá el séptimo sitio, siempre y cuando la reina Isabel II le conceda el título de príncipe o princesa, lo cual es muy seguro que ocurra. • EN EL OCTAVO LUGAR, se coloca el príncipe Andrés de York, situación que no debe tenerlo muy contento, pues sus posibilidades de reinar algún día disminuyen mientras crezcan las familias de sus sobrinos. • LAS PRINCESAS BEATRIZ Y EUGENIA ocupan los sitios 10 y 11 en la lista.

4 CURIOSIDADES DEL BEBÉ REAL

• Las casas de apuestas han puesto sobre la mesa algunos nombres: Alejandro, Phillip, Diana y Victoria. • Tendría doble nacionalidad: inglesa y estadounidense, y no requeriría la aprobación del reino para casarse con quien decida. • Sin importar el sexo, no será príncipe ni princesa, debido a la ley impuesta por el rey Jorge V, quien limitó el título a los primeros miembros en la línea de sucesión. Pero ello podría cambiar si la reina firma las “cartas patentes”, y deja por sentada su decisión. • Sería conde de Dumbarton o Lady Mountbatten Windsor, en su caso. Y no recibiría el tratamiento de “su alteza real”.

Por: María del Carmen López / Foto: Getty Images
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