El 9 de febrero de 2002, la reina Isabel II despidió a su única hermana, la princesa Margarita, quien falleció a los 71 años de edad luego de sufrir problemas de salud por varios años.
La vida de la hermana menor de la reina estuvo llena de diversión y glamour, pero también de excesos y a menudo fue considerada como una ‘royal rebelde’.
Los últimos años de la princesa Margarita y su crisis de salud
En los últimos años de su vida le diagnosticaron varias enfermedades relacionadas con el consumo excesivo de alcohol y tabaco. En 1985 tuvieron que extirparle parte del pulmón izquierdo, pero sus problemas de salud persistieron. En 1993 fue ingresada en el hospital por neumonía, lo que, según se dice, influyó para que dejara de fumar de una vez por todas.
Aunque dejó de fumar, la crisis de salud no se detuvo, trayendo una serie de derrames cerebrales antes de su muerte, empezando por uno leve en febrero de 1998 mientras estaba de vacaciones en Mustique.
El año siguiente sufrió quemaduras graves en los pies en un accidente de baño, por lo que tuvo que empezar a usar una silla de ruedas y a veces un bastón.
En enero de 2001 fue hospitalizada luego de una “grave pérdida de apetito”.
Luego de varios accidentes cerebrovasculares y una prolongada crisis de salud que la dejó paralizada y con problemas de visión, un último derrame cerebral un día antes de su muerte fue su fin.
‘Margo’ y ‘Lilibet’
La reina Isabel II y la princesa Margarita eran muy diferentes y contrastantes, pero compartieron un vínculo inquebrantable y profundo a lo largo de toda su vida.
La monarca era la protectora de ‘Margo’, mientras que la princesa trataba de aliviar la tensión de las responsabilidades de su hermana mayor, a quien llamaba cariñosamente ‘Lilibet’.
Aunque esta relación estuvo llena de desafíos y varios desacuerdos, muchos de ellos incluso quedaron registrados en libros y series, se mantuvieron cercanas hasta el día de su muerte.
El último deseo de la princesa Margarita
La mañana del 9 de febrero de 2002, la princesa Margarita murió en el Hospital Rey Eduardo VIII con sus hijos a su lado.
Su ataúd fue colocado en el Palacio de Kensington rodeado por sus fotos favoritas, conchas marinas y otros objetos que ella amaba. La reina Isabel II tuvo un momento de soledad junto a ella para darle el último adiós de forma íntima. Ellas solían hablar por teléfono todos los días, según medios británicos, y esa sería su última conversación confidencial.
Su funeral se celebró el 15 de febrero de 2002, el 50º aniversario del funeral de su padre. La princesa Margarita había planeado cuidadosamente cada aspecto de de este evento, incluyendo la música, las oraciones, los himnos e informó claramente cómo y dónde quería que descansaran sus restos.
El último deseo de la princesa Margarita fue ser incinerada, ya que esa era la única manera de descansar junto a su padre en la Capilla de San Jorge, pues ya no había espacio disponible en la cripta real.
Fue incinerada en el Crematorio de Slough, convirtiéndose en el primer miembro de la realeza en no ser enterrado en más de 60 años.
Luego de la ceremonia, la Reina Madre se levantó de su silla de ruedas con mucha dificultad para despedir a su hija menor. Murió apenas unas semanas después, el 30 de marzo de 2002 a los 101 años de edad.