Esta no es una historia de amor, aunque sí habla de princesas y cuenta con un final feliz (al menos, para una de las partes). Hablamos de la intensa relación de la princesa Haya de Jordania y Mohammed Bin Rashid Al Maktoum, matrimonio que terminó por convertirse en el divorcio más caro de la realeza y se logró con un escándalo mediático.
Comencemos por presentar a los protagonistas del drama: la princesa Haya de Jordiana nació en Amán, Jordania en 1974 (tiene 49 años). Haya es hija del fallecido rey Husein de Jordania y y Alia Al-Hussein. Por lo que es medio hermana del actual monarca, Abdalá. En otras palabras, es cuñada de Rania de Jordania.
Mientras que Mohammed Bin Rashid Al Maktoum nació en Al Shindagha, Dubái, en 1949. Es el tercer hijo de Rashid bin Saeed Al Maktoum, quien fue el vicepresidente y primer ministro del país. Mohammed fue nombrado ministro de Defensa en 1971 y se convirtió en vicepresidente y primer ministro en 2006, después del fallecimiento de su padre.
Dicen que bajo su liderazgo, Dubái ha experimentado un rápido crecimiento económico y se ha convertido en un centro global de comercio, finanzas y turismo. Sin embargo, su gobierno ha sido objeto de críticas por su falta de democracia y respeto a los derechos humanos.
En cuanto a su vida sentimental, el conocido como Jeque Mohamed se casó con seis esposas, de las cuales se fue divorciando para volverse a casar. Su primera esposa fue su prima: Hind bint Maktum bin Juma Al Maktoum. Con ella, considerada la primera dama de Dubái, se casó cuando ella tenía 17 años y él tenía casi 30. Dicen que una de las esposas a las que más amó fue a la princesa Haya, a la que le lleva 25 años de edad.
Haya y Mohammed: ¿historia de amor?
La princesa Haya de Jordania y el emir de Dubái, Mohammed bin Rashid Al Maktoum, se conocieron en 2002 en un concurso ecuestre en Jerez de la Frontera, España. La pareja se casó en 2004 en una ceremonia privada en Jordania. Juntos tuvieron dos hijos juntos, una hija, Jalila, y un hijo, Zayed. De acuerdo a El Mundo: lo suyo había sido como “un cuento de hadas, con declaraciones públicas mutuas de amor”.
Sin embargo, su matrimonio se vio afectado por las fuerte personalidad de Al Maktoum. Durante el juicio, también salieron algunos “trapitos” de la exesposa más joven del gobernante de Dubái, como el romance extramarital de dos años que mantuvo con Russell Flowers, su guardaespaldas.
¿Cuáles fueron las causas del divorcio y cómo lo logró?
Haya huyó de Dubái con sus dos hijos en mayo de 2019 y solicitó asilo en el Reino Unido. Al Maktoum inició una batalla legal por la custodia de sus hijos, que duró dos años.
La princesa Haya afirmó que su divorcio fue causado por el maltrato físico y emocional de su esposo. La princesa alegó que Al Maktoum la había golpeado, amenazado con matarla y había intentado secuestrarla (algo que no suena nada descabellado conociendo lo que le hizo a su hija, la princesa Latifa).
Por su parte, Al Maktoum negó las acusaciones de maltrato y afirmó que la princesa Haya había huido de Dubái con sus hijos para estar con su amante, el guardaespaldas británico Russell Flowers.
Después de dos años de batallas por la via legal y otras por debajo de la mesa (como amenazas y extorsiones), la Corte Suprema de Reino Unido estuvo a favor de la princesa Haya Bint Al-Hussain . Según la BBC, el jeque Mohammed Bin Rashid Al-Maktoum tuvo que pagar una suma única de más de 300 millones de dólares, así como la custodia de sus dos hijos, por los cuales recibirá una suma extra.
También recibirá sumas periódicas para cubrir los gastos correspondientes a la administración de sus dos propiedades en el Reino Unido, una está ubicada junto al Palacio de Kensington, en Londres, y la otra está en Egham, Surrey, en el sudeste de Inglaterra, siendo su residencia principal.
Por supuesto que, además, se incluye un “presupuesto de seguridad”, así como un presuesto para vacaciones, sueldos y mantenimiento de varios ponis y mascotas.
Considerando que Mohammed Bin Rashid Al Maktoum se había casado cinco veces antes y, posteriormente, divorciado, quizá, además de protagonizar el divorcio más caro de la realeza europea contemporánea, también sea el que más ha invertido en este tipo de procesos.
