En entrevista con la BBC, Corinna Zu Sayn-Wittgenstein, empresaria y examiga de Juan Carlos I, habló sobre las finanzas del rey emérito y dijo que “habrá cientos de cuentas en otras jurisdicciones”.
También afirmó que los los “76 millones de dólares que el que fuera jefe del Estado español le regaló lo fueron " como “reconocimiento” a lo que significó para él por la relación que ambos mantuvieron entre 2004 y 2009. Obvio, “el reglo” son unos movimientos bancarios que están siendo investigados por la justicia Suiza.
“Lo que me parece extraordinario es que estén convirtiendo 40 años de modus operandi de una empresa familiar en un foco sobre una persona. Y esa persona soy yo... porque habrá cientos de cuentas en otras jurisdicciones”, subrayó Larsen en dicha entrevista, recogida por Europa Press.
Las manifestaciones de la empresaria alemana se producen en plena investigación de la Fiscalía del Tribunal Supremo en torno al emérito por conductas sospechosas de constituir comisiones ilegales y otros posibles delitos derivados como fraude a la Hacienda Pública o blanqueo de capitales.
Por su parte, Larsen ha sido imputada por el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón dentro de una de las piezas del conocido como ‘caso Tándem’ en relación con el contenido de unas conversaciones que mantuvo en Londres con el comisario jubilado José Manuel Villarejo, hechos por los que se le citó para el próximo 8 de septiembre del 2020.
Se investiga si contrató los servicios del comisario para investigar a una de sus asistentes en España.
Sorprendida por el ‘regalo’ de los 76 millones
En cuanto a la donación de 76 millones de dólares, Larsen reconoce a la BBC que se sorprendió mucho “porque obviamente es un regalo enormemente generoso”.
“Diré, sin embargo, que habíamos tenido conversaciones en 2011 sobre su deseo de gestionar su testamento en vida. Empezó a hablar sobre su muerte y lo que quería dejar en su testamento”, explicó, para añadir que también quería ocuparse de ella si bien no discutieron cantidades, y que le preocupaba que su familia “no respetara su voluntad”, sostiene.
Dice que recibió el dinero después de que su apartamento en Mónaco lo registraran y de se le visitó por el entonces director del CNI, el general Félix Sanz Roldán. Después de recibir la transferencia, cuenta, voló a Madrid para darle las gracias al rey y él le dijo que se sentía culpable por lo que le había pasado a ella.
“Creo que se quedó muy sorprendido al comprender el alcance de la presión a la que me habían sometido y el efecto destructivo sobre mi reputación”, añade Larsen.
El rey no quería esconder el dinero
A lo largo de la entrevista, Corinna insiste en que el rey no intentaba esconder o lavar el dinero al legárselo a ella, incluso, a pesar de que en 2014 el rey emérito le dijo que devolviera el dinero.
“En 2014, hizo intentos desesperados para que volviera con él”, dice. “En cierto momento se dio cuenta de que no iba a volver y se puso completamente furioso. Pidió que le devolviera todo. Creo que fue solamente un berrinche --asegura-- . Él ha confirmado en la investigación suiza que en realidad nunca pidió que se le devolviera el dinero y que yo nunca tuve el dinero en su nombre”.
Pidió que le devolviera todo
Corinna Larsen mantiene que la obsesión con ella y con el dinero que recibió del rey emérito es parte de una operación todavía activa parcialmente orquestada por el CNI español.
“Pero hablaremos de esto en los procesos que se celebrarán en Reino Unido. El caso tratará todos los elementos de la campaña de abuso. Juan Carlos será el acusado, pero quizá no sea el único”, añadió a la BBC.
Larsen se refiere igualmente al ‘caso Nóos’ y los escándalos que salpicaban a Iñaki Urdangarin y la hija del rey que empezaron a surgir a finales de 2011. “Creo que eso puso en marcha varias facciones dentro del ‘establishment’ y de la familia real. Había fuerzas dentro de palacio que trabajaban para empujar a Juan Carlos, intentando acelerar la abdicación”, según apunta en sus manifestaciones.
El accidente en Bostuana
Se ha referido igualmente al safari en Botsuana de 2012 en el que el monarca sufrió un accidente de cadera cazando un elefante, un episodio del que el entonces jefe del estado tuvo que acabar pidiendo disculpas públicamente.
Afirma que ese viaje fue regalo del monarca para uno de sus hijos por su décimo cumpleaños, ya que sentía cariño por ellos pese a que la relación había terminado.
Sobre lo ocurrido, afirmó que lo vio después “porque todo el mundo se acercaba a mirar”. “Pero me alejé después de dos minutos --añadió--. Soy cazadora, pero nunca he matado a un elefante en mi vida y nunca lo haría. Para mí, toda la experiencia de caza fue traumática en ese sentido”.
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En relación con dicho viaje, Larsen afirmó a la BBC que sentía que el rey Juan Carlos intentaba que volviera con él pero que ella “no quería dar una impresión errónea”. “Casi tuve premoniciones sobre este viaje”, añadió. “Nunca se ha dicho que de hecho fui yo la que organizó su repatriación porque no había ningún plan en marcha”, afirmó la empresaria.
Tras el incidente, afirma que ella quedó “bajo una vigilancia total” y que se trató de pintarla “como una Wallis Simpson, una Lady Macbeth, una suerte de personaje maligno que llevó a este maravilloso hombre por el mal camino en este viaje durante una gran crisis económica”.
Así, alega que empezó a recibir “una atención no deseada del servicio de inteligencia español: el Centro Nacional de Inteligencia (CNI)” y que el primer objetivo fue su apartamento en Mónaco, que fue ocupado mientras ella estaba de viaje.
Dijo que si no seguía las instrucciones, no podía garantizar mi seguridad
Después recibió mensajes de su compañía de seguridad que afirmaba que había sido contactada por “sus amigos en España”, razón por la que mandó mensajes al rey, que le contestó que esas personas estaban allí para protegerla de los paparazzi.
“Pero si hubiera estado preocupado por mi seguridad, podría haber llamado a su buen amigo, el príncipe Alberto [de Mónaco], que también es amigo mío de hace tiempo, y decirle: ‘Tenemos algunas inquietudes de seguridad, ¿podrías estar pendiente del apartamento de Corinna?’”. "¿Qué buscaan?”, se le pregunta. “Documentos, y de forma muy exhaustiva.* Se quedaron allí semanas y semanas”, añadióen la entrevista.
A todo ello se sumó, según Larsen, una amenaza anónima en la que le decían que hay muchos túneles entre Mónaco y Niza, una alusión al choque en el que murió la princesa Diana de Gales en París. En su apartamento suizo, añadió, alguien dejó en el salón un libro sobre la muerte de la princesa.
El inicio de su relación
Posteriormente, en 2012, Larsen relata que recibió una visita en Londres del entonces jefe de la inteligencia española, Félix Sanz Roldán. “Dijo que lo enviaba el rey”, relata. “La primera advertencia era que no hablara con la prensa. Dijo que si no seguía las instrucciones, no podía garantizar mi seguridad física ni la de mis hijos”.
Sobre el inicio de su relación con el rey de España, Larsen señaló en la entrevista que lo conoció en una fiesta de tiro en febrero de 2004 porque Juan Carlos I tenía problemas con su arma. Ella cuenta que el rey tenía problemas con su arma. “Y yo sé bastante sobre eso, por lo que le podía explicar qué era lo que fallaba” --relata--. Creo que quedó bastante sorprendido”.
Tras una primera cita conectaron “de inmediato y en muchas cosas” porque tenían intereses en común según Larsen, como eran “la política, la historia, la buena comida, los vinos”, manifiesta en su relato, plagado de datos íntimos sobre su relación con Juan Carlos I.