Bella y radical, la historia de la última reina de Italia, María José, supera cualquier relato de ficción. Sólo reinó solo 33 días, se confrontó con el dictador fascista Benito Mussolini, tuvo un peculiar encuentro con Adolf Hitler y se refugió un periodo en México.
El pasado 28 de enero se cumplieron 23 años de su muerte y hace, precisamente, una semana, moría su único hijo varón, el controversial e iracundo príncipe de Nápoles, Víctor Manuel.
¿Quién fue la última reina de Italia?
Italia fue una Monarquía constitucional de 1841 a 1946. En ese tiempo, el monarca representaba al poder ejecutivo y lo ejercía a través de ministros. Tras la derrota de Italia en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), se realizó un referéndum en el que el pueblo italiano decidió optar por un sistema republicano.
Fue así que la casa de Saboya, responsable de unificar los distintos estados italianos, tuvo que dejar el país. Humberto II de Saboya fue el último rey del Reino de Italia y estuvo en el trono 33 días, lo que le ganó el sobrenombre del “Rey de mayo”.
La esposa de Humberto II fue Marie José Carlotta Sophia Amelia Enrichetta Gabriella of Saxe Coburg-Gotha. Nació el 4 de agosto de 1906 y era princesa de Bélgica (sobrina nieta de Carlota de Bélgica, última emperatriz de México) y por matrimonio, se convirtió reina de Italia.
Una reina rebelde de la realeza
Desde pequeña se especuló con qué miembro de la realeza se casaría, pues ella era una de las pocas hijas “disponibles” de una Familia Real reinante. Su compromiso con el príncipe heredero se anunció en 1929, aunque su matrimonio había sido pactado por sus padres mucho tiempo antes.
Todo indica que nunca hubo amor, aunque sí hubo hijos. María Pía nació en 1934, Víctor Manuel, Príncipe de Nápoles, llegó en 1937 y le siguieron María Gabriella en 1940 y María Beatriz en 1943.
Reina de espíritu libre
Dicen que ella era ella era sencilla, espontánea, inteligente e indiferente al protocolo. Mientras que él era puntilloso y muy apegado a las rígidas tradiciones militares de la Casa de Saboya. Por su personalidad y formación, María José era artística y librepensadora, por lo que frecuentaba a festivales y conciertos; mientras su esposo cumplía con la rutina del palacio.
Diferencias con Benito Mussolini
Desde su compromiso, Maria José mostró su carácter. Benito Mussolini le pidió que se cambiara del nombre por algo más italiano (“Maria Giuseppa”), a lo que la princesa se negó. Era la punta del iceberg. Ella fue la primera (y única) en advertir el peligro que representaba Mussolini.
María José tenía una formación política más progresista. Aunque la llegaron apodar la “reina comunista”, sus ideas no eran radicales. Sin embargo, contrastaban con las del resto de los Saboya.
“Durante la Segunda Guerra Mundial, comenzó a conspirar contra Mussolini, intentando negociar una paz con los Estados Unidos a espaldas de sus suegros a través de una reunión con el futuro Papa Pablo VI y reuniéndose regularmente con intelectuales antifascistas”, señala Vanity Fair.
Maria José, Hitler y la pistola ausente
Sobre su encuentro con el líder nazi, Tatler apunta: “Cuando Adolf Hitler invadió su tierra natal, Bélgica, ella actuó rápidamente y organizó una reunión con el hombre mismo para pedirle un mejor trato a su hermano, el rey Leopoldo III, que estaba confinado en uno de sus castillos, y a su pueblo. que estaban hambrientos. A pesar de su negativa, quedó bastante impresionado con su belleza y luego dijo que tenía ojos “del color del cielo alemán”. Por su parte, ella no quedó tan impresionada y luego dijo que deseaba haber tomado una pistola para matarlo y agregó: ‘Creo que habría tenido la fuerza para hacerlo'”.
Vivió en México
Cuando se abolió la monarquía en Italia. La reina Maria José no tenía responsabilidades oficiales. Decidió separarse de su marido e, incluso, puso tierra y mar de distancia. Pues se instaló durante un largo periodo en la ciudad de Cuernavaca, México, donde sobresalió como protectora de jóvenes músicos.
Maria José de Belgica, última reina de Italia, murió de cáncer de pulmón en una clínica de Ginebra a la edad de 94 años. Pocos miembros de la realeza han tenido una visión progresista, que la enemistó con Benito Mussolini y Adolf Hitler, ¿conocías su historia?