Cuando se trata de desconectar del protocolo y la rigidez de Zarzuela, el rey Felipe VI tiene un refugio inigualable: una exclusiva cabaña en Baqueira Beret, un enclave de lujo en el corazón del Pirineo catalán.
Sin embargo, lo curioso de esta residencia conocida como la “Pleta de Baqueira” es que, en varias ocasiones, el monarca la ha disfrutado sin la compañía de su esposa, Letizia Ortiz. ¿Pero qué tiene este lugar que lo convierte en un verdadero oasis y lugar de descanso para el rey de España? Aquí te lo contamos.
¿Cómo es la residencia en la que Felipe VI suele vacacionar en invierno?
Situada a 1.500 metros sobre el nivel del mar, en la urbanización La Pleta, la cabaña real cuenta con aproximadamente 200 metros cuadrados y grandes ventanales para apreciar vistas panorámicas de las imponentes montañas nevadas. Además que su arquitectura sigue una línea clásica, elegante y con chimeneas de piedra.
No obstante, uno de los mayores atractivos de esta cabaña es la privacidad que ofrece. A diferencia de otros espacios más institucionales, aquí Felipe puede descansar sin preocuparse por flashes o miradas indiscretas. En tanto que su historia con los Borbón se remonta a la década de los 70, cuando la Familia Real Española comenzó a frecuentar la estación de esquí de Baqueira Beret, una de las más exclusivas y prestigiosas de España.
No obstante, fue durante el reinado de Juan Carlos I cuando se aseguró este espacio para que los miembros de la Casa Real pudieran disfrutar de la montaña con total discreción y seguridad. Este refugio es de titularidad estatal y forma parte del patrimonio de Patrimonio Nacional, lo que significa que su mantenimiento y gestión están a cargo del Estado. No obstante, su uso es exclusivo de la Familia Real.
Por otro lado, no es un secreto que el rey Felipe VI es un apasionado del esquí. Desde su juventud ha demostrado una gran destreza en este deporte y, cada vez que su agenda lo permite, se escapa a Baqueira Beret para deslizarse por las pistas con amigos o incluso en solitario. De hecho, en febrero de este año viajó sin doña Letizia a esta región para disfrutar de un fin de semana de esquí.
Así, mientras que la reina Letizia no comparte este entusiasmo por la nieve y prefiere destinos más cálidos, el monarca encuentra en esta residencia un refugio perfecto para relajarse sin el ojo público. Incluso, durante sus estancias, es habitual verlo disfrutando de cenas en restaurantes exclusivos de la zona o recorriendo las pistas.
En tanto que ello demuestra que este lugar, aún y con el paso de los años, sigue siendo el rincón personal de Felipe VI en el obligaciones de la corona y se entrega a una de sus mayores pasiones: el esquí en la nieve de los Pirineos.
