Letizia Ortiz y la Familia Real Española, como cada año, suelen pasar la temporada de verano en Palma de Mallorca. Una tradición que se ha mantenido desde hace años y que la consorte y su marido, Felipe VI, han seguido desde hace tiempo.
Como bien se sabe, los monarcas se trasladan en esta temporada veraniega al Palacio de Marivent. Aunque no todos conocen que no se alojan específicamente dentro del Palacio sino en la masía de Son Vent. Un lugar que cuenta con todas las comodidades y lujos para su estancia y que, para muchos, es el lugar favorito de la madre de la princesa Leonor.
Así es la masía de Son Vent
Este lugar se trata de un edificio independiente de Marivent y fue cedido a don Felipe, cuando todavía era príncipe de Asturias, en el año de 1992 por el Ejército del Aire. Aunque pudo hacer uso de este lugar hasta 1999 que estuvo todo en regla y a punto para alojarse.
Asimismo, Son Vent es una masía mallorquina y es considerada como un refugio para la reina consorte cada vez que visita Palma. Además, su construcción cuenta con 659 metros cuadrados y está rodeada por un porche.
Por otro lado, esta propiedad cuenta con un acceso directo al puerto y, por su ubicación, tiene unas vistas maravillosas ya que se encuentra junto a la estación naval de Porto Pi. Por lo que, tomando en cuenta todos estos elementos, es probable que la independencia de este lugar se lo que más fascina a doña Letizia.
En cuanto a su diseño y distribución, la casa se divide en dos plantas. En la primera se encuentram las zonas comunes como el salón, la biblioteca y el comedor. Además de tener una terraza con vistas al mar.
Mientras que en la segunda planta hay ocho dormitorios y varios cuartos de baño, los cuales están distribuidos entre los pasillos y las recámaras. Y por si fuera poco, el edificio cuenta también con un sótano, una buhardilla, un amplio jardín y una piscina situada junto a un pozo.
Pero además de todo ello, se dice que dentro de este lugar la reina tiene un huerto particular en el que solo ella puede entrar, ya que supuestamente no permite que otros miembros de la Familia Real pisen este sitio en el que hay plantadas cebollas, guisantes, berenjenas y lechugas, entre otros. Además de un olivo centenario, que fue un regalo de bodas por parte del Ayuntamiento de Palma.