Tras su matrimonio en 2004, Felipe VI y Letizia Ortiz comenzaron a vivir juntos en el ‘Pabellón del Príncipe’, una residencia ubicada en el corazón de El Pardo, dentro del Palacio de la Zarzuela, en las afueras de Madrid.
La casa privada donde los reyes criaron a sus dos hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, se encuentra al lado del edificio principal del Palacio, en el cual reside la madre del monarca actual, la reina doña Sofía. También en la sede principal del Palacio es donde se encuentra el despacho del rey Felipe VI.
El Pabellón del Príncipe se trata del segundo edificio de la Zarzuela. Este complejo fue construido en 2002 por Patrimonio Nacional para los entonces príncipes de Asturias y se caracteriza por tener una atmósfera cien por ciento acogedora.
La historia del Pabellón del Príncipe
De acuerdo con el diario español El Mundo, la construcción de la residencia privada de Don Felipe y Letizia comenzó en el año 1999. El responsable del proyecto fue Manuel del Río, director del Departamento de Arquitectura e Inmuebles del Patrimonio Nacional, y la decoración del interior la realizaron los decoradores Francisco Muñoz en la segunda planta.
La decoración de la primera planta corrió a cargo de Patricia Sanchís y de la segunda se encargó la firma Gastón y Daniela. Para su construcción, a diferencia de lo habitual en las residencias reales españolas, se utilizó teja en lugar de pizarra.
El 26 de junio de 2002 el entonces príncipe Felipe inauguró su casa, en la que, según la fuente citada, se invirtieron 4,23 millones de euros y que cuenta con una superficie de 3150 metros cuadrados.
¿Cómo es el Pabellón del Príncipe, donde viven Felipe VI y Letizia Ortiz?
El Mundo asegura que el chalet de la residencia real posee chimenea francesa, grandes ventanales, muros entelados y estucados en liso, mármol travertino y madera de teka para los cuartos de baño y acero inoxidable para la cocina.
Por su parte, el diario El País asegura que desde el hall de la casa “se accede al despacho de don Felipe, al de su ayudante, a una sala de espera para visitas, a la biblioteca, a un comedor oficial y a una parte más privada donde se encuentra una sala de estar comedor, una habitación con aseo y una cocina con office”.
La misma fuente asegura que “del hall también parte una escalera de madera y hierro que lleva a la primera planta, donde se encuentra el dormitorio del príncipe, que se completa con dos vestidores y dos cuartos de baño. En esa zona también hay tres dormitorios con dos baños y un aseo, además de un despacho y un antedespacho”.
La revista Vanity Fair agrega que “el resto de las plantas consisten en un semisótano donde está la cocina principal, un almacén y una serie de dependencias para el personal que trabaja en la casa”.
Por último, cabe mencionar que el toque final del hogar de los reyes se lo otorga su jardín el cual está adornado por un par de esculturas del artista mallorquí Lolo Garner, quien le obsequió a Sus Majestades dos piezas con sus rostros, las cuales poseen un alto de más de dos metros y pesan aproximadamente 400 kilos.