Fue a finales de enero de 2024 cuando los titulares estallaron en afirmaciones que aseguraban que el matrimonio entre Carlota de Mónaco y Dimitri Rassam había llegado a su fin, después de que la revista francesa Voici volcara dicha información en sus páginas.
Meses más tarde, aún sin haberse confirmado oficialmente la separación entre la aristócrata monegasca y el productor de cine, trascendió entre la prensa europea un rumor que aseguraba que la hija de Carolina de Mónaco había vuelto a encontrar el amor; esta vez en el escritor francés Nicolas Mathieu.
Dicha información, también difundida por la misma publicación que lanzó la primicia del divorcio de Carlota, se basa en el hecho de que en los últimos meses, el afamado novelista había sido visto, en varias ocasiones, saliendo de la casa que ella tiene en París, aunque hasta el momento no existían testigos que dieran prueba del romance naciente.
Las fotografías que comprobarían el romance de Carlota de Mónaco y Nicolas Mathieu
Fue la revista Paris Match la encargada de publicar en exclusiva las fotografías de la famosa nueva pareja caminando casualmente por las calles de París, acarreando un par de mochilas de viaje, mientras ambos reían y mostraban evidentes señales de complicidad, aunque, cabe mencionar que el contacto físico no es evidente en los retratos, pero si la ilusión de ambos.
En las imágenes se puede observar a una Carlota extremadamente contenta, como no se le veía desde hace meses atrás, despreocupada y luciendo un coqueto outfit casual, conformado por una camisa a rayas azul, un suéter de punto y un abrigo color azul marino, piezas perfectamente complementadas con el look de cabello messy sin maquillaje por el que se decantó la también periodista.
Carlota de Mónaco y Nicolas Mathieu no buscarían esconderse
Además de ser captados caminando, el supuesto nuevo romance fue captado asentado en las mesas de la terraza de un café, donde compartieron algunas y risas y dejaron en claro que no buscan esconderse, pues de haber sido así pudieron haber solicitado un lugar dentro del local o bien portar algunos accesorios que los encubrieran disimuladamente.
Otro detalle que llamó la atención en la aparición de la sobrina del príncipe Alberto II, es el hecho de que mostrara constantemente ante las cámaras sus manos, en las cuales portaba un par de brillantes anillos dorados, pero ninguno de ellos en el dedo anular, ni con el diseño de su argolla de compromiso, lo cual podría haber sido una confirmación indirecta se su actual estado de soltería.
