Las joyas de la realeza son más que simples accesorios. Dependiendo de cada familia, representan valores como la riqueza, el poder y la historia. En el caso de los Países Bajos (antes conocidos como Holanda), no hay excepción; de hecho, hay una tradición que ha pasado de generación en generación y que la reina Máxima ha continuado.
En el nacimiento de cada una de sus hijas, Amalia, Alexia y Ariane, eligió obsequiar anillos con piedras preciosas que se destacan no solo por su lujoso diseño, sino también por su increíble valor.
El espectacular rubí de Amalia
Catharina-Amalia de Holanda nació el 7 de diciembre de 2003 y recibió un bellísimo anillo de rubíes y diamantes que usa comúnmente en la mano derecha. Su diseño es espectacular en tonos rojizos que, según informes, sería del tipo de rubí “sangre de paloma”, una rara joya que pocos tienen.
Alexia y su zafiro
Dos años más tarde, nació Alexia. En aquel entonces, la segunda hija del matrimonio también recibió un anillo, pero en lugar de rubíes, este tiene incrustado un zafiro de unos 10 quilates. Cuando ha sido captada usando este anillo, se puede ver un brillo en tonos naranjas como el atardecer.
El costoso diamante de Ariane
Finalmente, Ariane, quien nació en 2007, ha sido la última hija que los reyes de los Países Bajos han tenido. La joven, que ahora tiene 15 años, recibió su propia joya en forma de anillo para portarla al igual que sus hermanas. Ariane lleva un anillo de oro blanco con un diamante que se divide en tres esmeraldas rectangulares.
Máxima de Holanda también deslumbra con espectaculares joyas
La dinastía Orange-Nassau posee más joyas, además de los tres obsequios de las hijas. Máxima de Holanda y Guillermo Alejandro cuentan con una gran cantidad de artículos valiosos que han pasado de generación en generación.
Vanity Fair explica que la primera joya que recibió la reina de origen argentino fue la corona “Oleaje al amanecer”. Luego, durante su boda, fue recibida con la tiara de las estrellas que era de su suegra, pero rediseñada por Valentino. Otros artículos de gran valor son el broche aigrette, el devant de corsage que perteneció a la reina Emma de 1879 y la tiara de Wurtemberg.
Estas son solo algunas de las joyas más representativas de la realeza holandesa que, al igual que la Familia Real Española o la Británica, cuentan con su propia colección de artículos cargados de historia y tradición.
