Gracias a las redes sociales hemos podido ser testigos del minuto a minuto de la visita de la reina Letizia Ortiz y el Rey Felipe VI a las tierras de Mary de Dinamarca, con el fin protocolario de realizar una visita formal de Estado y nos hemos podido deleitar con todos y cada uno de los looks modelados por los royals de ambas casas reales, los cuales, sin duda, albergan mucha historia y glamour.
Cabe mencionar que durante el primer día de su visita, los reyes de España fueron homenajeados con un banquete ofrecido por la reina Margarita II, en el Palacio de Christiansborg, evento al cual Letizia Ortiz acudió luciendo una de las tiaras más impresionantes de la monarquía española.
Dicha corona se trata de la tiara de Flor de Lis, la cual esconde una icónica historia, la cual explica el por qué Leonor, la futura reina de España, aún no puede utilizar este preciado accesorio.
La historia de la tiara de Flor de Lis, que lució Letizia en su visita a Dinamarca
La historia de la joya se remonta a 1906, año en el que fue elaborada por la Casa Ansorena, joyera de la familia real española, como regalo de bodas del rey Alfonso XIII a su esposa, la reina Victoria Eugenia.
Su peculiar nombre lo recibe por contar en su diseño con tres flores de lis, elaboradas en platino y diamantes. Este detalle cobra aún más importancia, si tomamos en cuenta que este tipo de flor es el emblema heráldico de los Borbones, junto con el símbolo de las volutas y las hojas de la especie.
Sobre el diseño, también cabe resaltar que la tiara posee en total 450 diamantes y diez perlas, lo cual la valúa en más de 60 mil dólares, costo que podría aumentar exponencialmente si esta se subastara.
¿Por qué Leonor aún no puede utilizar esta tiara?
La tiara de Flor de Lis es una de las llamadas “joyas pasajeras”, es decir que pasan únicamente de reina a reina por testamento, por lo que la princesa Leonor tiene prohibido lucirla, sino, hasta el momento en el que la reciba de manos de su propia madre, al momento de convertirse en monarca de España.
Esta tiara ha pasado hasta el momento por las cabezas de la reina Victoria Eugenia, la infanta Pilar, María de las Mercedes de Borbón y Orleans, la reina emérita Sofía y finalmente ha recaído en manos de Letizia Ortiz, quien la ha portado dignamente en su última visita a tierras danesas, al tratarse de un evento muy especial.